Luis Bolívar pinchó la puerta grande y Cayetano, con el peor lote, sólo escuchó palmas.
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Hermoso: "El sueño se hizo realidad"
Bolívar: "Habría sido más bonito con las orejas en la mano"
Cayetano: "Hoy no era el día. No ha podido ser"
Pablo Hermoso de Mendoza ha cortado cuatro orejas y un rabo en un debut histórico. Los dos primeros apéndices llegaron a la muerte del primer toro de su lote, lidiado en tercer lugar, tras armar un auténtico alboroto a lomos de "Silveti", cuya cola se convirtió en muleta para bordar el toreo en momentos de enorme intensidad y gran emoción artística. Antes, con "Curro", el jinete navarro enceló bien la embestida del astado, que murió de un certero rejón de muerte montando Hermoso a "Pirata". El éxito resultó incontestable. Con el otro, un toro que fue a más gracias a las sabias manos de su matador, armó otro taco con "Chenel", en galopes a dos pistas sencillamente impresionantes, y "Patanegra", en un epílogo de actuación repleto de adornos y alardes que hicieron las delicias de un público que, enloquecido con el navarro, coreó el clásico ¡torero, torero! y pidió con insistencia los máximos trofeos para el jinete. El presidente accedió y, de este modo, Hermoso sucede a Dámaso Gómez 55 años después cuando en la temporada de 1956 paseó el rabo de un toro en un festejo en el que también triunfaron César Girón y Chicuelo II.
En el toro que abrió plaza Luis Bolívar obtuvo un trofeo tras torear muy bien en tres series al natural y cerrar su labor con ceñidas manoletinas. Mató de buena estocada y paseó el apéndice. El colombiano perdió con la espada el éxito en su segundo, con el que ejecutó una faena de grandes distancias y enorme variedad de suertes. Se lució de capa a la verónica, por chicuelinas y llevando al toro al caballo por rogerinas. Inició su faena de muleta en los medios con un pase cambiado por la espalda para, después, trazar series por ambos pitones de notable ejecución. Toro y faena fueron a más y sólo tres pinchazos hicieron que se esfumara el éxito y la puerta grande.
Cayetano, por su parte, se justificó con su parado primero. Hubo tesón y buena voluntad en una labor que no alcanzó el brillo esperado por las condiciones del toro. Pinchó dos veces antes de la estocada definitiva y escuchó palmas. Con el otro, el peor del encierro, apenas pudo haber algún esbozo de su concepto en otra labor plana y carente de emoción por la falta de raza de su oponente.
Bogotá (Colombia), 23 de enero. Toros de Ernesto Gutiérrez, de juego dispar. Al 6º se le dio la vuelta al ruedo. LUIS BOLÍVAR: Oreja y vuelta al ruedo; CAYETANO: Palmas y silencio; HERMOSO DE MENDOZA: Dos orejas y dos orejas y rabo. Entrada: Lleno de "No hay billetes".
(Foto: Luis Ramírez)
