Vísperas de la Magdalena y Fallas. Son momentos para la ilusión. Se hacen números y cábalas, comienza a comprobarse el grado de recuperación de la crisis...
Al margen del mucho o del poco interés que generen los toreros y no quiero decir que no influyan, culpa importante de la crisis taquillera en las plazas se debe a la crisis general, no hay pasta no hay toros y en estos momentos en que algo parece que se mueve en la economía, la gente amaga con volver y se renueva la ilusión. En Castellón aseguran que la venta de abonos subió un quince por ciento. En Valencia se agotaron los abonos de mayores y menores y aseguran que han vuelto muchos abonados que hace tiempo pusieron tierra de por medio, dicen que habrá varias tardes de lleno absoluto comenzando por el día 14 y siguiendo por el 16, es decir aquellas en las que aparecen los Morante, Juli, Ponce, Manzanares... para que luego los convirtamos en blanco del pim pam pum y vayamos con la monserga de que los buenos son otros.
En Sevilla a partir de ahora el reto es compensar el vacío que dejan los que no están, tarea nada fácil, como tampoco va a ser fácil que la afición y la ciudad olviden ausencias, tan poco convincentes, tan dolorosas y tan inoportunas. Las heridas cada día parecen más sangrantes, más abiertas... Mucho habrá que estrujarse el magín para hermanar intereses y recuperar la normalidad.
