(Foto: Arjona)Comienza el domingo su quinta temporada entre los grandes. Un lustro en el que ha hecho realidad un anhelo interior, un deseo que se materializó en el momento exacto. Ni pronto, ni tarde...
... Cuando surgió. Cinco años demostrándose a sí mismo, al toreo y a sus genes, que su empeño no fue un paso en falso, sino un paso en firme. Una vocación. La responsabilidad de ser quien es, su compromiso, su afán de superación, son claves de un torero guiado por su corazón y su instinto. Sincero y cabal, Cayetano habla del toro, del valor, del miedo, de sus fuentes, del presente y del futuro.
“Cuando sueñas con esas tardes importantes y logras conectar con el público mediante esa magia que surge cuando te fundes con un toro... Todo eso compensa lo demás”
“Curro ha sido y es el pilar de mi trayectoria y de mi profesión. Con Curro he aprendido, con él he llegado y junto a él espero irme. Sin duda, la persona más importante”
“Los genes no sé si existen o no a la hora de aplicarlos al toreo. Está claro que hay cosas que se te quedan y tratas de adaptarlas, pero si se me reconociese parte de cada uno de ellos, estaría muy orgulloso”
“¿El toro de Cayetano? Comparto cartel con máximas figuras y ahí todos matamos el mismo toro. Yo no llevo mis toros. Lo que sí te digo es que yo le doy mucha importancia al toro porque el triunfo del torero empieza en el campo”
“Vamos a torear alguna corrida menos para centrarme en los compromisos fuertes. Quiero que sea un año muy para mí pero dando la cara en las grandes ferias y en las grandes plazas que son las que me llenan y me ilusionan”
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