La tarde de Cuadri en la pasada Feria del Pilar ha supuesto un punto de inflexión en la carrera de Javier Castaño. Más templado y reposado, el diestro leonés dio un paso más en su concepto del toreo para sorprender a propios y extraños. Sin desmarcarse del toreo de cercanías y de exagerado valor que ha marcado su trayectoria hasta el momento, 2010 ha sido una temporada en la que el de Cistierna ha demostrado que podemos estar ante un torero “desconocido”.
“Lo que me obsesionaba era que me pudiera embestir un toro para que se viera ese concepto que llevo dentro”
LO MEJOR: “Por la importancia que tuvo y lo que significó, la faena al toro de Cuadri en Zaragoza”
LO PEOR: “Me hubiese gustado estar en Madrid y no pudo ser”
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