El diestro Javier Castaño ha puesto fin a su carrera taurina esta tarde en la plaza de Zaragoza, en el marco de la segunda corrida de abono de la Feria del Pilar. Con 24 años de alternativa y una temporada 2025 anunciada desde hace meses como la de su despedida, Castaño se despidió ante su público aragonés tras una batalla en el ruedo frente a un encierro de toros variados en juego.
El torero leonés de adopción salmantina deja el toreo con el reconocimiento y el afecto de muchos aficionados, tras décadas de entrega ante ganaderías exigentes y faenas recordadas en plazas de primera fila.
A lo largo de su carrera, ha sumado 360 festejos entre España, Francia y Portugal. Su temporada más intensa fue la de 2013, con 42 corridas, y entre 2010 y 2016 firmó 175 contratos, años en los que alcanzó su esplendor y protagonizó hitos como la histórica tarde ante seis toros de Miura en solitario en Nimes (2012), con cinco orejas.
Una de sus tardes más recordadas fue la de Sevilla en 2016, apenas semanas después de superar un cáncer de testículos. Con su despedida en Zaragoza, Castaño deja un legado de constancia, fe y sacrificio, consolidándose como una de las figuras del toreo salmantino.