Entre los múltiples alicientes de la Feria de San Miguel de Sevilla, uno de ellos es la alternativa de Javier Zulueta, el torero sevillano que ha cumplido dos temporadas como novillero con picadores y ha dejado una estela de toreo clásico impregnado de una buena dosis de sevillanía. Será este domingo, 28 de septiembre, cuando Javier Zulueta Muñoz se convierta en matador de toros en un cartel de impresión, ya que su padrino será Morante de la Puebla y Roca Rey, el testigo. Sus raíces no pueden ser más toreras: hijo del alguacilillo de la Real Maestranza, nieto del famoso puntillero Lebrija y sobrino del ganadero Gabriel Rojas.
Pasado su último compromiso como novillero en Nimes, el torero está recluido en el campo preparando esta tarde soñada. En una mirada hacia atrás, Zulueta se muestra satisfecho, "porque han sido dos años en los que he toreado mucho, han sido más de setenta novilladas, y he podido comprobar una notable progresión, así que pienso que la alternativa llega en el momento adecuado".
De la temporada de 2025, según el todavía novillero "lo más importante es que he podido torear en plazas con mucha responsabilidad, como fue mi debut en Madrid, o Bilbao, Sevilla, Nimes, en las que he podido demostrar que estoy mucho más maduro para dar este paso. Hay tardes inolvidables, como la de Huelva, pero en general ha sido un buen año".
Es un duro compromiso el que tiene por delante, pero Javier Zulueta muestra una tranquilidad que llama la atención: "Me encuentro bien, pero es que ni me lo creo. Es un día muy importante en el que casi no me había dado tiempo a pensar, porque en septiembre he tenido compromisos fuertes. Ahora ya es otra cosa, es la corrida siguiente y es la alternativa. Ya pienso en la tarde y sueño con el triunfo".
Echa la vista atrás y cree que ha cumplido un sueño: "Todo ha ido rápido. Estoy cumpliendo un sueño. Desde que debuté todo ha ido muy rápido. El planteamiento de mis apoderados ha sido fantástico, he toreado en novilladas de figuras y ya solo pienso en seguir en esta estela de cara al futuro".
Pasa por ser un nuevo representante de la escuela sevillana, algo que es indudable por sus maneras, pero no quiere quedarse en un torero sevillano, "lo que no quiero es quedarme ahí. Quiero llegar a ser un torero más largo, más completo y creo que eso se irá viendo poco a poco con el rodaje".
Está encantado con el cartel de la alternativa, que por causas bien conocidas ha adquirido un atractivo enorme. De su padrino lo tiene claro: "Morante es mi referente, mi ídolo, soy un morantista acérrimo, todo lo que rodea al maestro me gusta y que sea mi padrino es ver cumplido un sueño que nunca pensé que llegaría a ser realidad".
Sobre Roca Rey solo tiene palabras de admiración, "porque su trayectoria es la de un figurón muy grande". Y lo de verse haciendo el paseíllo entre ambos es otro tema que llama la atención, "es cierto que parece que cierta rivalidad, pero lo que espero es que esa tarde la gente hable de Zulueta", afirma.
El futuro será distinto. Saldrá el toro y habrá nuevos compañeros. Seguirá confiando en sus apoderados, Ramón Valencia, padre e hijo, y tiene claro lo que quiere conseguir: "Deseo ser un torero predilecto de Sevilla".
El torero sigue velando armas. El traje de la ceremonia se lo está terminando la familia Algaba y tiene un diseño de Fernando Aguado. También está encantado con el capote de paseo, un trabajo de Jesús Rosado. Ese día quiere brindarle el toro de su alternativa a su padre, el alguacilillo de la Real Maestranza, y a toda su familia: “Han sido mi mayor apoyo, no me han abandonado en ninguna tarde y espero que disfruten de un día tan bonito”, sentencia.