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El cuarto Mano a Mano de Cajasol, titulado El toro y el humor, reunió en la Sala Joaquín Turina del Centro Cultural Cajasol de Sevilla a Jesulín de Ubrique y al humorista y presentador de televisión Manu Sánchez.
En primer lugar, el torero gaditano habló sobre su carácter y su disposición a la hora de torear: “Uno va a jugarse la vida y no cabe duda de que el riesgo que corre un torero es altísimo, pero yo siempre, incluso en ferias más importantes, llegaba muy dicharachero, eso chocaba mucho a los toreros”. Al hilo de esto, explicó: “Yo sabía a lo que iba, sabía que con quien me tenía que comprometer era con el toro”. Por su parte, Manu Sánchez comentó al respecto: “Yo justo antes de empezar el programa soy insoportable, sólo quiero irme de ahí”.
“Yo me retiré en el año 2007 contento de haber hecho una carrera como la que he hecho y si volviera a nacer lucharía por ser torero y parecerme a Jesulín de Ubrique“, explicó el torero, quien añadió: “Yo no sé hacer otra cosa. Uno se da cuenta de que vuelve siempre a los inicios: ahora toreo en pueblos, aldeas y jóvenes que empiezan, y me siento muy feliz”.
Por su parte, Manu Sánchez dijo del torero. “Todos los aficionados que están aquí saben que Jesulín es un torero serio, una gran figura y creo que ha hecho un buen favor a la Fiesta de los toros haciendo llegar a mucha gente”.
En este sentido, Jesulín de Ubrique recordó alguna de sus tardes en el ruedo: “A mí no me gustaba que me tiraran un sujetador, prefería que me tiraran flores, pero el toreo es un espectáculo que vive del público”. Y continuó explicando: “Desgraciadamente, las diez mil personas que acuden a una plaza no son aficionados a los toros, también nos debemos a ese público”.
