No tengo claro cómo será recordado José Félix González Salas en su paso por el mundo taurino. Sus conflictos pesan en la memoria...
No tengo claro cómo será recordado José Félix González Salas en su paso por el mundo taurino. Sus conflictos pesan en la memoria, en los primeros recuerdos de todo aquél que le viene su nombre a la boca. No fueron pocos ni pequeños… la verdad. José Félix González Salas organizó más de mil festejos mayores, llegó a llevar veintisiete plazas de toros en un mismo año, ciento cincuenta festejos en una temporada. Rotó en el negocio taurino, en una década, más de cien millones de euros. Le posiciono numéricamente porque las cifras objetivan la percepción de lo que realizó.
Pero, ¿quién fue José Félix González? No es fácil explicarlo, para quién es parte de su vida. Fue ante todo un trabajador empedernido. Emprendedor. Empresario hecho así mismo, pertenecía a las generaciones que desde la posguerra crearon y construyeron la España social y económica que desde el esfuerzo recibimos.
José Félix fue, fue un profesional de éxito; fundamentado como decía en el trabajo y los hechos consumados de una trayectoria espectacular, referencia fiscal. Pese a su amplia historia en el toro nunca llegó a creerse del todo su condición ganada de taurino. Si se lo cree, su techo hubiera sido aún más alto.
Siempre chocó con aquellos que por estar se sienten sobre los que son. Quién esto escribe, sufría y no entendía: porque contra el sistema se pierde. Pero en su boca siempre estaba la referencia a la Constitución, “todos los españoles somos iguales…”. Nunca claudicó, perdedor de mil batallas, ganador de dignidad. Porque le avalaba su condición profesional y su trabajo nunca calló….
Un personaje único, rodeado de las más alta intelectualidad jurídica, por algo sería. Su corazón y su forma de ser, con sus incorrecciones, le hacía libre. Fue un verdadero amigo de sus amigos. De una visceralidad difícil de llevar para todo el que nos cruzamos en su vida. De una entrega total por lo que quería. Ejecutor de sueños, empresario de circo, de teatro, mago, restaurador, un tío distinto. Generador de trabajo: jefe duro, provocador de lealtades, toda la oficina llorábamos rotos mientras ardía.
Con valor y capacidad para ponerse el mundo por montera al precio personal que fuera, con consciencia de este. Fue libre, ejemplo que España si tiene un camino, este será cuando el profesional y el valor a su trabajo vuelvan a ponderar en la sociedad. Tuve la suerte de dártelas muchas veces en vida, pero por última vez: Gracias José Félix.

