Los cambios en la crianza del toro de lidia poseen muchas manifestaciones. No se trata de una pócima mágica, sino que las exigencias del reglamento y de la evolución del toreo están obligando a presentar un toro cada vez más perfecto, un animal hondo, cuajado y bien conformado que se remata con sabiduría en el campo.
Los cambios en la crianza del toro de lidia poseen muchas manifestaciones. No se trata de una pócima mágica, sino que las exigencias del reglamento y de la evolución del toreo están obligando a presentar un toro cada vez más perfecto, un animal hondo, cuajado y bien conformado que se remata con sabiduría en el campo. Los avances nutricionales, la composición de los piensos y su administración, el ejercicio físico, las opciones de los pastos naturales, la llegada del carro mezclador y las distintas formas de combatir enfermedades ligadas a la alimentación, están haciendo de ésta un pilar fundamental de la bravura junto con la genética, la sanidad y el manejo.
- Juan Pineda: “La fórmula, la administración del alimento y el ejercicio físico son los tres puntos primordiales”
- Julio Fernández: “El toro no puede responder a las exigencias de hoy en día mediante la alimentación tradicional”
- Todas las fuentes consultadas coinciden en que la sanidad, el manejo y la genética no son tan determinantes para el toro de lidia como la alimentación
- Javier Morales: “Más que por la hierba, el problema de los pastos llega por los animales salvajes que conviven con el toro”
- La presentación física del pienso debe ser granosa puesto que cuanto más fina es más riesgo existe de aparición de flora. Un pienso muy fino provoca que el alimento se convierta en cien por cien almidón que hace proliferar microorganismos
(Foto: Arjona)
