Si una tarde guardará con especial cariño Damián Castaño de este 2012 es la de su alternativa. Y no sólo por convertirse en matador de toros, sino por todo lo que sucedió ese día en Gijón. Fue la tarde perfecta. El guión soñado. El salmantino recibía el doctorado de manos de su hermano Javier, cortaba dos orejas al primer toro de su vida y salía a hombros. Un toque de atención de un torero al que no le asusta la exigencia y el compromiso del nuevo escalafón.
- “Mi hermano es un ejemplo para saber vivir los malos y los buenos momentos de esta profesión”
Para Recordar: “El día de la alternativa. Disfruté al máximo desde que me levanté hasta que me fui a la cama”
Para Olvidar: “La primera tarde de Madrid, de novillero. No salieron las cosas”
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