La cara más cruel

¿Todo el mundo que está cerca del toro es consciente del peligro que corre su integridad, lo tiene realmente claro? Si es así, ¿porque llegan a sorprenderse de tres cogidas seguidas en una plaza de primera y de su gravedad?…

Martes, 20 de mayo de 2014. Tres toreros, tres héroes, caen heridos de diversa gravedad en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid. La noticia vuela, ya no solo por el hecho de que hayan sido cogidos los diestros, sino porque la corrida debe ser suspendida. Al día siguiente, noticiarios, periódicos, redes sociales y demás medios de información se hacen eco de la noticia, y los antitaurinos, con total impunidad, aprovechan para insultar, faltar al respeto e incluso desear la muerte a los toreros por la red. De vergüenza su comportamiento. Pero bueno, nosotros a lo nuestro. Resalto el hecho de las cogidas porque parece como que mucha gente se haya dado cuenta de que los toros hieren, e incluso se sorprenden de que ocurra tanto en tan poco espacio de tiempo. Está claro que no es lo habitual, pero que un aficionado me venga con cara de sorpresa por las cogidas, me deja a entender que no todo el mundo tiene realmente claro lo que puede llegar a hacerte un toro si te coge. Pues es muy sencillo, te puede matar.

“El toro embiste para coger, coge para herir y hiere para matar”. Que alguien que no sea aficionado no lo sepa no me sorprende, porque hay mucha ignorancia en el mundo, pero que los propios seguidores de la Fiesta lo hagan, sí que me parece preocupante. Y más si esto se ve reflejado en las calles. Parece como que se ha perdido un poco el respeto al rey de la Fiesta. En los últimos años se aprecia perfectamente que a diez escasos metros del toro te cuesta trabajo verlo. No es solo un problema de masificación, lo veo como un problema de respeto, de ignorancia a los efectos de una cogida, incluso en los propios rodadores. Parece que no tenga riesgo estar cerca del toro. Acaba de empezar la temporada y ya hemos visto demasiados accidentes. Seguro que si hubiese alguna estadística se apreciaría un aumento de éstos respecto a años anteriores.

Las claves parecen evidentes. Mucha gente, los toros se mueven bastante por el tema de que son corridos a menudo en el campo, y los rodadores quieren arriesgar más de la cuenta en muchas ocasiones, ya que, como han aumentado la competencia es fuerte y siempre uno quiere estar mejor que el resto y para eso hay que jugársela. Pero la cuestión es: ¿Todo el mundo que está cerca del toro es consciente del peligro que corre su integridad, lo tiene realmente claro? Si es así, ¿porque llegan a sorprenderse de tres cogidas seguidas en una plaza de primera y de su gravedad? Si más de uno lo pensara fríamente ampliaría ese margen de diez metros para ver o rodar al toro.

Dicen que no debes pensar en la cogida para ponerte delante, yo opino todo lo contrario. Hay que pensarlo, y mucho, y si aún así eres capaz de dominar tu miedo, estás preparado para lo que pueda venir. Hay que ser fuerte de mente, porque una situación de cornada puede ser de extrema gravedad, y mantener la mente serena ayuda mucho. Además, guardando simplemente una relativa distancia de seguridad todos veremos mejor al toro e irá en beneficio de su actuación. Se que suena cruel, pero así es esto, la fiesta tiene dos caras, y una de ellas es realmente dura.

Que cada uno piense en su situación, y que no se olvide de la fuerza que tiene un toro. Y sin que sirva de ejemplo, pero para que se vea que aquí se muere de verdad, desde aquí mi más sincero pésame a la familia y amigos del forcado mexicano Eduardo del Villar.