Se siente dolido Fernando Domecq. Asegura que sintió en sus carnes cómo quisieron apartarle de la línea de fuego. Sin duda fue demasiado pronto porque en apenas un año ha vuelto a demostrar que Zalduendo sigue siendo la ganadería de categoría que siempre fue...
Se siente dolido Fernando Domecq. Asegura que sintió en sus carnes cómo quisieron apartarle de la línea de fuego. Sin duda fue demasiado pronto porque en apenas un año ha vuelto a demostrar que Zalduendo sigue siendo la ganadería de categoría que siempre fue. Y no había mejor manera que reivindicarlo en la plaza con el buen juego de sus pupilos. Tres toros indultados y un año de una regularidad aplastante le han dado oxígeno a Fernando Domecq para seguir criando ese toro de embestida profunda anhelado por las figuras.
“A Zalduendo le cerraron las puertas por culpa de dos corridas; esas reacciones nunca habían ocurrido en la historia del toreo”
“Mi toro embiste muy por abajo, metido en la muleta y por dentro; sin embargo se le da importancia al que va a su aire y por fuera y no es así”
“Es una temporada redonda y estoy satisfecho por lo dura que fue al principio; en todas las corridas ha habido cosas interesantes”
En Bélmez se indultaron dos toros de Zalduendo, algo insólito que ya ocurrió con esta misma ganadería el año 2006 en Murcia
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