“La crónica taurina debe estar abierta a lo nuevo… pero sin cargarse el idioma”

Dicen en mi pueblo que “hablar bien no cuesta un pijo y se queda uno cojonudamente”. Son dichos o “dicíos”, como también suele decirse en mi tierra, elaborados con esparto picado y que solo demuestran que expresarse zafiamente está al alcance de cualquiera. Vamos, que se puede decir lo mismo…