BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS
Roca asume la responsabilidad de darle vida a la feria.Roca asume la responsabilidad de darle vida a la feria.

La Feria de Julio necesita recuperar el “perfil Valencia”

José Luis Benlloch
domingo 19 de junio de 2022
Si se tiene esta temporada como de tránsito tras la pandemia y el aterrizaje de la nueva empresa, ese sería el tiempo de cortesía…

La necesidad obliga. Al fin han comprendido que hay que recuperar el sector -o dan con la tecla o van a la ruina, ya no cabe la rutina- y sus prohombres se estrujan el magín para lograrlo. O quizá sea la reacción a la abstinencia que forzó la pandemia. La realidad es que el mundo del toro y su gente se ha activado como no se recordaba. Basta con ver los avances de carteles que han saltado a la luz estos días con las figuras dispuestas a torear donde les llamen a diferencia de lo melindres y selectivos que se habían mostrado en temporadas anteriores, sin obviar las muchas iniciativas que están poniendo en marcha los empresarios, conscientes de que camarón que se duerme ya se sabe… Y la sensación es que están dando con la tecla reanimadora y el tándem toreros-empresarios se está completando con una progresiva e imprescindible respuesta de público en un punto y seguido a lo sucedido en Sevilla y Madrid que tuvieron una gran asistencia de espectadores. 

2023 debe ser un no va más a riesgo de que  se pierda definitivamente la tradición de ir a los toros en Julio y no está el toreo para esas concesiones

Las corridas del Corpus se han celebrado con buenas entradas en Granada y Toledo pese a los calores sofocantes -no bastaba con los antis o las lluvias de marzo para captar espectadores que ahora ha habido que luchar contra la furia de la caló del nuevo orden climático- y entre la ola de presentaciones y campañas publicitarias novedosas la buena nueva más significativa es la reinauguración hoy mismo de la plaza del gran Bilbao, que ha cambiado de titularidad pasando de su antiguo sistema publico a manos privadas sin apenas cambiar de gestores. Los Chopera de toda la vida, tan ligados a esa Vista Alegre y a su Junta Administrativa, la gestionarán ahora con la marca “Toreo Arte y Cultura”, la empresa del mejicano Bailleres. Lo primero ha sido poner la plaza guapísima y al día, había que actualizarla y prepararla para otras actividades que le diesen vida más allá de la Aste Nagusia y todo seguido anunciar un cartel de máximo rango con Pablo Hermoso de Mendoza, José María Manzanares, Alejandro Talavante y Roca Rey que despacharán seis de Jandilla con las cámaras de la tele en directo.

LA COMUNIDAD, PREPARADA

Las plazas de la Comunidad no escapan a esos movimientos. Castellón innova y crece de Magdalena a San Juan en busca de mejor climatología y Alicante estrena gestores, Nacho Lloret y David Caballero, que ofertan una gran feria a la espera de José Tomás, que comparecerá en agosto. Valencia, por su parte, se mueve en esa misma dirección a la búsqueda de soluciones en un intento de rescatar su ciclo juliano. “Espacios Nautalia 360” presentó oficialmente los carteles de la Feria de Julio en el mismo ruedo de la plaza de toros en lo que supuso una novedosa puesta en escena que incluyó numerosos guiños a la valencianía del serial taurino de mayor solera de la Comunidad en un intento de devolverle la conexión popular que ha perdido con los nuevos hábitos sociales. Gastronomía, música, participación popular y respaldo institucional, en este caso de la Diputación Provincial, son los apoyos con los que comenzó el rescate de una cita torera que tuvo momentos de gran esplendor taurino y social sin olvidar que fue el gran dinamizador económico de la ciudad en los meses de verano cuando fue creada el siglo pasado.

Ya no vale la rutina. Los profesionales del toro se estrujan el magín para reactivar el sector

Junto a los cambios estructurales muy convenientes -búsqueda de fechas más adecuadas, presentación novedosa, facilidades a los espectadores…- no hace falta decir que para avanzar en el rescate es imprescindible llevar el interés de los carteles al perfil Valencia, que no es otro que el más alto. Este año no se ha conseguido en la medida necesaria para remover las playas y llenar los tendidos. La respuesta a la tarde de Morante y Roca Rey que concentra todas las peticiones, que son muchas, es la medida que puede dar Valencia en julio si se insiste en ese nivel. Los otros dos carteles -el de Perera, Luque y Marín, y el de Duque, Álvaro Lorenzo y Téllez- no se puede decir que sean malos, no en balde anuncian con magníficas ganaderías a una Puerta del Príncipe y a una Puerta de Madrid de este año, pero no tienen el calado popular que se necesita para la reanimación. Si se tiene esta temporada como de tránsito tras la pandemia y el aterrizaje de la nueva empresa, ese sería el tiempo de cortesía, habrá que girar la exigencia hacia 2023, en un no va más a riesgo de que se pierda definitivamente la tradición de ir a los toros en julio y no está el toreo para esas concesiones. Ni la economía de la ciudad tampoco.

En recuerdo de Roberto Espinosa
 

Ha fallecido en Vinaròs a los 84 años, el empresario y apoderado Roberto Espinosa, uno de los taurinos de más relieve de los últimos años. Hombre de palabra, aficionado cabal, caballeroso en el trato y amigo de sus amigos, especialmente ligado a Valencia donde fue empresario de la capital como gestor público en la temporada de 1985 y como empresario privado desde el año 1998 a 2001, también gestionó las plazas de Castellón, Vinaròs y Utiel, además de haber apoderado entre otros toreros de la tierra a Esplá, Manolo Montoliu, Juan Carlos Vera y Jorge Mazcuñán. En sus últimos años de profesional fue gerente de la plaza de Las Ventas y Vitoria con la empresa de José Antonio Chopera. Nacido en Barcelona en un ambiente taurino -su padre, hombre polifacético, fue actor teatral y novillero- sintió desde muy joven la llamada del toreo que le llevó a ser un becerrista precoz y novillero de cartel al que se le valoró por su depurado estilo sobre el que él mismo ironizaba por la falta de concreción. Actuó sobre todo en plazas francesas y catalanas, retirado de los ruedos ejerció de apoderado de numerosas figuras y empresario, de forma individual o asociado a sus amigos Simón Casas y Enrique Patón, que fue su primer poderdante. En todas las facetas se ganó el reconocimiento y el respeto de cuantos le trataron y fue proverbial su agudeza y su fino sentido del humor. Se ha ido un clásico.

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