La firmeza de Leal se impone a la seriedad de los toros del Ojailén

Juan Leal abrió la puerta grande de la plaza de toros de Alfaro donde se lidió una corrida muy seria de Toros del Ojailén, ganadería de origen Las Ramblas. El francés le cortó las dos orejas al segundo después de una faena de mucho aplomo en la corta distancia. Una estocada entrando a matar con mucha entrega. De nuevo mucha disposición en el quinto hasta que el toro se aburrió. Pinchó en reiteradas ocasiones y dio la vuelta al ruedo.

Curro Díaz abrió el cartel y dejó su sello a la verónica en el primero. Sobre la diestra toreó a media altura y siempre con gusto. Tuvo detalles de mucha torería. Mató de estocada defectuosa. En el cuarto de nuevo lo bordó con el capote. Faltó emoción al trasteo.

Román aprovechó el medio recorrido que tenía el tercero. Al final terminó por manoletinas y una estocada defectuosa y otra que asomó. Mal a espadas. Al último le recetó naturales de enorme aplomo, templanza y buen trazo. Firmeza y mano baja del valenciano. A derechas la faena fue ligada, empapando al toro -el mejor de la tarde- de muleta. Como en su anterior, estuvo mal con la espada y perdió un más que seguro premio.

Alfaro (La RIoja). Toros de Toros del Ojailén, muy bien presentados, ovacionados todos de salida, armados por delante. Primero, noble; segundo, manso; tercero, distraído y sin celo; cuarto, deslucido; quinto, repetidor y codicioso; sexto, con fijeza, el mejor del encierro. Curro Díaz, oreja y ovación con saludos; Juan Leal, dos orejas y vuelta al ruedo; Román, silencio y silencio tras aviso. Entrada: Un cuarto.

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