La idea de tender un puente taurino entre Madrid y México sonó a nueva en la pasada edición de San Isidro. No lo era. Por ese puente han pasado muchos viejos ríos caudalosos. Secos algunos ahora, como ramblas dormidas. El toro de México: el trasplante de Saltillo, que arraigó en ultramar hace poco más de un siglo hasta derivar en estirpe propia y multiplicada, cruzada o no, singular en cualquier caso.
Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS
Acceda a la versión completa del contenido
La Semana Mexicana
El hierro que perteneció a Francisco Rivera “Paquirri”, con el que el llorado diestro inició…
Se dio la corrida Villista de la Revolución en la plaza de toros “Alberto Balderas”…
La terna, por encima de los toros de Villa Carmela que ayudaron bien poco a…
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…