BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS
El valenciano brindó una de sus faenas al ganadero Pedro Jovani. Foto: Sasha GusovEl valenciano brindó una de sus faenas al ganadero Pedro Jovani. Foto: Sasha Gusov

La tarde fue para Nek de principio a fin

José Luis Benlloch
miércoles 15 de marzo de 2023
El torero de Algemesí cuajó dos elegantes faenas que destrozó con la espada

La tarde fue de Nek. De arriba abajo y de principio a fin. Y no solo gracias a que se llevó dos novillos de vuelta al ruedo, fue de Nek a pesar de llevarse dos novillos de vuelta al ruedo (ahí está el detalle) por lo que ello supone de reto añadido para estar a la altura. Y lo estuvo sobrado. Los entendió, los lució, les permitió sacar lo mucho bueno que llevaban dentro, y uno y otro, torero y toro, en las dos ocasiones, crecieron y crecieron, emocionaron y trajeron un aire nuevo a la plaza, diría que apasionante vistos los calambrazos/tsunami que despertaban en los tendidos, siempre alejado del toreo encimista y reiterativo de los últimos tiempos. Aquello del gánale el paso, encima, por atrás, sigue, que no pare… quedó superado en una tarde en la que las emociones disimularon (adiós bochorno de los días anteriores) la frescura ambiental propia de los días falleros. 

Lo de Nek, nombre que desde ayer comenzó a sonar más torero, fue un refrescón estilístico. Toreó derecho, sin estridencias, con una elegancia nada impostada que siendo lo de siempre sonaba muy nuevo. Luego falló estrepitosamente a espadas seguramente porque no es suerte que domine en absoluto y porque en su segundo cuando andaba intentando cuadrar al novillo un aviso presidencial, como si el no supiese que tenía que entrar a matar, le añadió más presión y todo volvió a precipitarse. Así que por unas cosas u otras cortó una oreja y se dejó dos o tres más colgando de la espada roma y una desincronización de movimientos en la suerte suprema que solo se corrige con trabajo y más trabajo. 

El secreto de su éxito estuvo en la teoría de la distancia, no agobió a los novillos, les dio el sitio que pedían y a partir de ahí arrastró la pañosa, con la izquierda y con la derecha, con un ritmo encomiable, el justo, aquel que da lugar a lo que se entiende por temple y va reduciendo el ímpetu de las embestidas. Y no acabó ahí, en el momento justo les aguantó la repetición y no hubo toro o presión que lo descompusiese, hasta que cogió la espada. De su capote me quedó, por original, con la manera pausada de los lances de recibo a su segundo. Y ahora a entrar al carretón. Que mayo con la repetición, se supone ganada, ya está ahí.

La tarde también fue de El Juli, propietario de la ganadería de El Freixo, que lidió cinco novillos, a dos le dieron la vuelta al ruedo, premio que por mucho que pueda parecer exagerado no lo fue más allá de que pudiera desmerecer el éxito del torero, extremo que en cualquier forma quedó intacto. El primero de ellos, de nombre Artero, hizo una brava pelea en varas y el sexto, Relimpio, tuvo una clase desbordante. Y aun hubo otro novillo, el cuarto, que con la distancia y la suerte que tuvieron sus hermanos, hubiese podido lucir tanto o más, pero se empeñó su matador en ponerse cerca y agobiarlo y nada acabó siendo lo mismo. Abrió plaza uno de La Cercada, con más clase que poderes. 

Completaron el cartel Víctor Hernández y Álvaro Burdiel, que dieron sendas vueltas al ruedo por dos actuaciones que nunca acabaron de levantar el vuelo. No estuvieron mal pero tampoco bien. Los dos en tardes de la trascendencia de la de ayer, tienen la obligación (y la necesidad) de estar mejor. Hernández estuvo sobrado y fácil, no le costó esfuerzo aparente estar delante de los novillos y cargó con la pena de agobiar a su buen segundo. Burdiel, que tan grata impresión había dejado en esta plaza, se llevó el peor lote de la tarde dicho a modo de descargo y aun así dejó momentos y pasajes en los que apuntó su toreo hondo y de calidad que se le conoce. Le recuerdo una buena estocada en su primero y unos muletazos zurdos importantes en la parte final de su segunda faena cuando ya era tarde para que la obra cogiese vuelo. 

La tarde tuvo su cara y cruz para las cuadrillas, por un lado la cogida de Raúl Blázquez al banderillear al tercero. En la enfermería los doctores le apreciaron un traumatismo torácico con luxación de clavícula derecha completa; y varetazo y hematoma en región dorsal derecha pendiente de estudio radiológico. En la parte positiva hay que destacar las buenas actuaciones de Zamorano, Diego Valladar y Marcos Prieto que tuvieron que corresponder a las ovaciones destocándose desde el tercio.  

Pero por encima de todo queda en el recuerdo la excelente tarde de Nek, que ya suena a torero bueno.

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando