En la última de Villaseca de la Sagra abrió plaza un buen novillo de Cuadri, de embestidas humilladas, prontas y templadas, aunque había que llevarlo. El banderillero Julien Merenciano fue duramente volteado al perder pie cuando le hacía un quite al novillero Joao D’Alva a la salida de un par de banderillas, sufriendo un corte en la ceja y pasando a la enfermería al final de la lidia. Joao D’Alva le puso indudables ganas en los tres tercios, aunque la brillantez que brindaban las embestidas del de Cuadri no fueron aprovechadas en plenitud por el portugués, que estuvo simplemente digno. Mató a la primera necesitando de un descabello. D’Alva saludó una ovación tras leve petición y el novillo fue ovacionado.
No tuvieron mal aire las verónicas de Joao D’Alva tras irse a porta gayola. Más entonado resultó el tercio de banderillas comparado con el del que abrió plaza. Y en el caballo el de Cuadri acudió dos veces pero apenas recibió castigo, por lo que a la muleta llegó muy vivo. Frente a él D’Alva anduvo firme y decidido, aunque el novillo requería de sitio para no alborotarse, y no siempre hubo piernas para perder los pasos necesarios. Dejó estocada entera trasera y necesitó de cuatro descabellos. Silencio tras aviso.
Adrián Navarrete le pegó fuerte al tercero en el caballo en los dos puyazos que ejecutó. A continuación el novillero Miguel Andrades protagonizó un meritorio tercio de banderillas. Lo más destacado de la labor muleteril fue la ligazón de los muletazos y las ganas de Andrades ante un utrero tardo pero que tuvo emoción cuando embistió. Mató de entera caída. El novillo fue ovacionado y el novillero silenciado.
El sexto fue un auténtico toro por presencia, y ante él Miguel Andrades derrochó entrega e ilusión. Desde la larga cambiada a porta gayola, pasando por un notable y expuesto tercio de banderillas, y una faena de muleta que tuvo como cenit una vibrante tanda de derechazos, la única que el de Cuadri se tragó con continuidad y sin defenderse. Andrades mató con habilidad a la segunda. El tercero, Salvador Lobato, sufrió un tremendo volteretón sin aparentes consecuencias al intentar apuntillarlo en uno de los arreones del de Cuadri. Silencio con aviso.
También se dejó mucho el noble segundo, aunque le faltó mayor entrega. Jesús de la Calzada anduvo con mayor expresión al natural y más mecánico con la derecha, en un trasteo mal rematado con la espada al dejar una estocada muy baja. Silencio.
Mejoró su condición el quinto en el último tercio después de hacer cosas poco halagüeñas en los dos primeros. Jesús de la Calzada lo condujo con tanta entrega como poca limpieza, en una dilatada labor finiquitada a la primera con el estoque, aunque necesitó de varios golpes de verduguillo. Tras uno de ellos el de Cuadri se arrancó y lo volteó. En la caída se lesionó el hombro derecho sufriendo una luxación, pasando a la enfermería. Lo tumbó el director de lidia Joao D’Alva, que también requirió de varios intentos y no se libró de los arreones del novillo, que le puso los pitones en el pecho librándose de milagro. Silencio tras dos avisos.
Villaseca de la Sagra (Toledo). Martes, 10 de septiembre de 2024. Última del Alfarero de Oro. Novillos Cuadri, serios, cuatro de los seis se dejaron en la muleta, sin que pelearan con excesiva bravura en el peto. Destacaron primero y quinto, que fueron los mejores. João D´Alva, ovación con saludos tras leve petición y silencio tras aviso; Jesús de la Calzada, silencio y silencio tras dos avisos; y Miguel Andrades, silencio y silencio tras aviso. Entrada: Tres cuartos.
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