Como en Guernica, caen bombas sobre el chopo del toreo en la capital. Bilbao fue, es y deberá seguir siendo la gran plaza del norte. Es uno de los cinco o seis pilares que sujetan el edificio de la Tauromaquia hispana: Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona, Bilbao y Zaragoza. Había otra, llamada Barcelona, que la hundieron los herederos de aquel empresario con afición a la Fiesta, y a la pela, llamado don Pedro. El apellido ya lo saben. Muchos cines y poco amor al toro heredarán los sucesores; y aquel tesoro, aquella plaza, que llegó a sobrepasar en número a Madrid, fue enflaqueciendo hasta llegar a la anemia taurina mientras los Balañá se dedicaban al cinema y al negocio con los que ya andaban borrando las huellas de todo lo que olía a español. Y cambiaron el toro de Osborne de esas horteras pegatinas que se ponían en los coches por otra con el burro catalán como antídoto nacionalista. Ahí empezamos a hacer el burro.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2054
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2054 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2054 para Android
Acceda a la versión completa del contenido
Las cartas boca arriba
El hierro que perteneció a Francisco Rivera “Paquirri”, con el que el llorado diestro inició…
Se dio la corrida Villista de la Revolución en la plaza de toros “Alberto Balderas”…
La terna, por encima de los toros de Villa Carmela que ayudaron bien poco a…
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…