Vicente Barrera, Jaime Marco “El Choni”, Miguel Báez “El Litri”, Julio Aparicio, Paco Camino… muchos grandes del toreo eligieron el coso de Monleón para tomar su alternativa. Algunos fueron doctorados en la feria josefina, es decir, en plena Feria de Fallas. Repasamos brevemente cuatro alternativas falleras, que a pesar de las cuatro décadas que les separan, coincidieron entre ellos en numerosos carteles.
El 18 de marzo de 1959 con toros de Conde de la Corte se doctoró Curro Romero al recibir la alternativa de manos de Gregorio Sánchez, siendo Jaime Ostos el testigo de la misma. El toro de la ceremonia atendía al nombre de Vito. No hubo triunfo aquel día, pero lo cierto es que en Valencia acababa de nacer un mito. Precisamente, el mismo día de 1999 y en la misma plaza, con sesenta y cinco años de edad, bordó el toreo en la conmemoración del cuarenta aniversario de su alternativa.
El 11 de marzo de 1979, con apenas dieciséis años de edad, tomó la alternativa el diestro trianero Emilio Muñoz. Se lidiaron toros de Carlos Núñez, actuando Paquirri como padrino y Dámaso González como testigo. Limpiador fue el toro de la ceremonia. Tal y como contó Salvador Pascual para Aplausos: “De este torero se han dicho muchas cosas como que si le funciona la cabeza o que lleva el toreo dentro de él, pero al hablar del valor se ponía en duda. En la tarde de su alternativa quedó demostrado que estamos también ante un valiente. Le tocaron los dos peores toros de la corrida. El de la alternativa, un cinqueño reservón, le propinó una soberana paliza al comienzo de la faena, pero el trianero volvió a la cara del toro con más garra y valor, cogiendo la muleta por el centro del palo para darle tres naturales soberbios. Muñoz seguía porfiando mientras el toro se apagaba rápidamente. Tras dos pinchazos, entera y descabello dio una triunfal vuelta al ruedo. En el que cerraba plaza realizó lo más torero de toda la tarde, una serie de verónicas rematadas con media realmente primorosa que puso la plaza boca abajo".
14 de marzo de 1982. La expectación en la ciudad del Turia fue enorme. Tomaba la alternativa El Soro, un chaval de Foyos que arrastraba las masas en Valencia como lo hacía El Cordobés allá por los años sesenta. De hecho, hacía dieciocho años que no se agotaban las localidades en Valencia. El toricantano salió en olor de multitudes del hotel y durante el trayecto fue vitoreado y aclamado por sus paisanos. Ya en la plaza, Paco Camino en presencia de Pepe Luis Vázquez, le cedieron la muerte del toro Agraciado de Torrestrella. A este toro, brindado a su padre, El Soro le realzó una faena valerosa que le valió la oreja. Tuvo la suerte de tocarle un sexto toro excepcional, de esos toros que descubren a los malos toreros. El Soro lo aprovechó a la perfección. Toda la lidia de este toro transcurrió entre el delirio de un público en pie. Lo recibió con dos escalofriantes largas de rodillas y unas verónicas en los medios jugando bien los brazos. Chicuelinas ceñidísimas. Dos faroles de rodillas y media verónica. Paco Camino que se dio cuenta de la calidad del toro realizó el quite de la tarde con tres chicuelinas enormes. Luego El Soro pareó con espectacularidad antes de comenzar la faena en los medios con un angustioso pase cambiado. Con mucho valor y templando dio magníficos muletazos, transmitiendo mucho al público. Pinchazo, media estocada, un descabello, dos orejas y el delirio. El propio director de Aplausos confesaba: “Ha estado mucho mejor de lo que cabía suponer en un paso tan fuerte como es el del novillo al toro. Ha creado un ambiente taurino impresionante en Valencia”.
El 16 de marzo de 1990 recibió la alternativa el joven diestro de Chiva Enrique Ponce. Para la ocasión se lidiaron toros de Joao Moura y un sobrero de Puerta Hermanos, que fue el de la alternativa. El toro atendía al nombre de Talentoso e iba marcado con el número 21. El padrino de la ceremonia fue José Miguel Arroyo “Joselito”, ejerciendo de testigo Miguel Báez “El Litri”. El de Chiva, tras un bonito y emotivo brindis a su abuelo Leandro, “Gracias abuelo porque hoy hacemos realidad tu sueño, mi sueño, nuestro sueño”, realizó una faena variada a un noble toro con poco gas que transmitía poco hasta lograr una merecida oreja. En el que cerró plaza, un toro parado, fue ovacionado.