Leandro, matador de toros y uno de los hombres de confianza del novillero César Pacheco, herido de gravedad este miércoles en Calasparra, no ha dejado ni un instante solo al joven espada mexicano. Desde el Hospital Comarcal del Noroeste de Caravaca de la Cruz atiende la llamada de Aplausos y sus primeras palabras son la mejor de las noticias: "Acabamos de verlo, nos han dejado pasar y no hay ninguna novedad, ha pasado la noche bien, molesto por los dolores de la paliza que lleva pero los médicos nos dicen que está todo controlado", señala. "Ha pasado toda la noche en la REA -unidad de reanimación- y cuando lo hemos visto nos ha transmitido tranquilidad y es él quien nos da ánimos a todos", añade.
César Pacheco será trasladado a lo largo del día de hoy a un hospital de Murcia para que el equipo médico del doctor Robles esté más cerca de él de cara a las pruebas y el seguimiento que se le realizará en los próximos días. "De Calasparra lo llevaron al hospital de Caravaca de la Cruz porque era el más cercano por la urgencia de la operación. Desde aquí agradecemos al doctor Robles y su equipo que le hayan salvado la vida, han obrado un milagro y han sido unos verdaderos ángeles de la guarda. Se vivieron momentos muy díficiles pero sabíamos que estábamos (y estamos) en las mejores manos".
El parte médico es aterrador. César Pacheco sufrió una cornada en región cervical izquierda que disecó la vena yugular interna y la carótida interna. "Es increíble", dice Leandro. "Un milagro, un milagro", repite. "Siempre que una cornada es en esa zona… el pitón entró por una zona delicadísima pero milagrosamente la trayectoria pasó a milímetros de las arterias más importantes. Dentro de la gravedad ha tenido muchísima suerte, hay que dar gracias a Dios. Fue angustioso. Me quedo sin palabras".
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