Solo dos orejas paseó la terna en la vespertina del domingo en una corrida que nunca terminó de romper a más y que, como es tradición en la última de feria, no dejó satisfechos a los aficionados.
Juan Ortega, que debutaba en Olivenza, tuvo que lidiar un sobrero de La Ventana del Puerto al romperse el titular de García Jiménez el pitón al chocar contra un burladero. Lo lanceó a la verónica. Hubo dos que tuvieron ritmo y cadencia, pero lo bueno llegó en el quite por delantales. Con suavidad y torería se salió con el astado más allá de la primera raya de picar. Allí cimentó su labor sustentada más en detalles que en un compendio de faena, unas veces por culpa de los enganchones, otras por el poco empuje del toro o los desarmes. El cierre por molinetes abelmontados junto con una estocada de libro sirvieron de empuje para que cortase la oreja.
Es Ortega un torero que cuando se abre de capa concita la atención del público que espera con ilusión que emerja el duende en las verónicas. Y si bien no de manera continuada, sí que apareció el encanto en cuatro lances que retumbaron con eco en los tendidos. Al igual que las cordobinas del quite. Con ayudados a dos manos, muy toreros, sacó a los medios al de Matilla que se desplazaba con un molesto calamocheo que obligó a Ortega a pulsear para ahormar las embestidas y de esa manera conseguir una buena tanda con la diestra. Lo mejor llevaría la rúbrica de la mano zurda en una tanda de naturales al abrigo de las tablas. Ovación con saludos.
Roca Rey caldeó el ambiente desde el saludo inicial con un variado de verónicas y chicuelinas. Al igual que en el quite, en el que mezcló éstas con tafalleras. Hasta tres veces se pasó Roca por la espalda al de García Jiménez con las dos rodillas en el albero mientras ligaba los muletazos en medio del alboroto del respetable. Siguió toreando, ya erguido, con la derecha, exigiendo mucho al astado en pases arrebatados. Por el izquierdo también apretó mucho al toro en naturales en los que no hubo pausa. La que sí encontró en cercanías poniendo al público en pie cuando tocó con los muslos los pitones de su antagonista en un arrimón de los que enloquecen a sus entusiastas. Oreja.
El sexto tenía una embestida rebrincada, sobre todo cuando tocaba la tela. Roca Rey supo verlo y le citó en las primeras series dándole mucha distancia para que el animal con la inercia de la arrancada tomase la muleta. De ese modo, en una constante de poder fue ahormando al de Matilla hasta terminar de doblegarlo y que admitiese el arrimón final con el que meter al público en el canasto. Mató de media lagartijera. Ovación con saludos.
Se abrió de capa Morante y al primer lance crujió un olé por los tendidos. No hubo más, pero a veces, por no decir siempre, menos es más. Protestó el de Olga Jiménez en los muletazos de tanteo, lo que unido a la brisa que se levantó, hizo que un runrún recorriera los tendidos. Morante se echó la muleta a la izquierda y a base de porfía tiró del astado en series aseadas, pero a las que le faltó el arrebato de la hondura. Ovación con saludos.
El cuarto además de feo de hechuras tenía poquitas fuerzas. Morante lo cuidó desde los ayudados por alto con los que inició faena. A media altura, vaciando los muletazos por arriba, fue hilvanando pases por ambos pitones en medio de una expectación que fue decreciendo hasta terminar en desilusión cuando el de La Puebla se desengañó viendo la nula colaboración del toro de Matilla y se fue por la espada. División de opiniones.
Olivenza (Badajoz). Domingo, 3 de marzo de 2024. Cuarto festejo de la Feria del Toro. Toros de Hnos. García Jiménez y Olga Jiménez (1º) y otro de La Ventana del Puerto (2º bis), desiguales de presentación y juego. Morante de la Puebla, ovación y división; Juan Ortega, oreja y ovación; y Roca Rey, oreja y ovación. Entrada: Lleno. Antonio Manuel Punta saludó en banderillas en el sexto.
