Desde que nos llevamos bien somos una gran familia. Saludos, besos, abrazos. Bucólico está el toreo. Bueno, menos José Luis Marca, que a la despedida de Luque, educada, cortés y agradecida, le respondió vete al carajo, que no te aguanto. Hombre, eso tampoco. Yo no pretendo que andemos emboscados con el trabuco y el antifaz a la espera del atraco o del asesinato rural. No. Pero en este mundo de no tantas hectáreas que es el toreo, cuando dos regañan parece que suena una alarma, o suena medio mal, o como que da cosa. En realidad a los observadores les encanta que regañen dos. Pero no lo decimos.
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