Alberto López Simón fue el protagonista del último coloquio celebrado en el Club Cocherito de Bilbao. El torero madrileño hizo un repaso de sus inicios en la Escuela Taurina de Madrid, donde pasó momentos complicados: “Pensé más de una vez en dejarlo pero apareció primero en mi vida el maestro José Luis Bote y luego Gregorio Sánchez y todo comenzó a cambiar”.
“Hasta el mes de mayo de este año yo solo era un loco soñador por el que el 99% de la gente no apostaba un euro, pero he demostrado que con esfuerzo y constancia la vida te regala cosas importantes”, continuó el torero de Barajas antes de recordar la tarde del pasado 2 de mayo, fecha en la que consiguió la primera de las tres puertas grandes que abrió en Madrid el presente curso. “La tarde de San Isidro quizá fue más artística que la del 2 de Mayo”, apuntó.
“El teléfono sonaba pero no decía lo que quería oír -continuó López Simón-. Como había estado tanto tiempo a la sombra sabía que no tenía que perder los nervios. Tenía muchas ganas de torear pero también entendía que tenía que hacerme respetar”.
Sobre su ausencia en la plaza de toros de Bilbao, confesó: “Me dolió no estar en Bilbao, quiero hacer cosas grandes en el toreo y para ello quiero ir a las plazas más importantes”.

