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López Simón: "Me duele más no haber matado el segundo"

López Simón, que se encuentra ingresado en el Hospital Sagrado Corazón de Sevilla tras la cornada que sufrió ayer por el toro de su alternativa, ha pasado la noche "con muchas molestias. Me tiraban los puntos, estaba incómodo y no he podido dormir", afirma el propio torero que atiende la llamada de APLAUSOS desde la habitación del hospital. El madrileño ha confirmado que la evolución de la herida "es positiva. Me han curado esta mañana y tiene muy buen aspecto. Mañana me dirán si me dan el alta o por el contrario debo seguir hospitalizado".

No es tanto la herida lo que más le duele al nuevo matador de toros, sino "no haber podido salir a matar mi segundo toro. Cuando estaba dando la vuelta al ruedo, pensaba en proponerles a los dos maestros que me dejaran matar seguido mi segundo toro y luego pasar a la enfermería. Pero mi apoderado me lo quitó de la cabeza, además yo ya notaba que me dolía mucho la pierna. Cuando entré a la enfermería pensaba que iba a poder salir pero, prácticamente, me engañaron porque llegó un momento que no sentía las piernas por la anestesia".

La cornada llegó en la suerte suprema, después de que el torero se tirara tras la espada para amarrar el premio. "Como decía Antonio Bienvenida, hay tardes en las que hay que tirar la carta pase lo que pase. La cornada no la veo como algo negativo sino que es una medalla más".

Con respecto a su actuación con el toro de la alternativa, al que le cortó la oreja, López Simón confiesa no estar conforme, "porque sé que puedo dar más de mí. Al principio noté un poco la presión pero cuando salió el toro, ya estaba en mi salsa y es cuando empecé a disfrutar, porque esos son los carteles, las tardes, la plaza y el ambiente en los que quiero estar".

Recuerda el torero de Barajas que en la ceremonia, Morante "me dijo que tuviera suerte en esta profesión a la que por encima de todo, debía amar y respetar". Curiosamente, no brindó el toro de la alternativa aunque el torero, desvela que "en mi interior yo sabía a quién se lo estaba brindando y los destinatarios también", concluye.