José Garrido: “No está bien quitar la oreja cuando la gente la pide y más cuando hay un tío que tira para adelante, me he jugado la vida. A ver si mañana convenzo a Matías”.
Alberto López Simón fue silenciado tras pasaportar al primero de su lote, un toro que en palabras del madrileño a nuestros compañeros de Toros TV no “tuvo nada de humillación. No se le podía apretar porque se te venía encima y echaba la cara arriba. El toreo que llega arriba es por abajo y enganchado adelante. Con la espada me he tirado pero las dos veces me ha tapado la salida”. El madrileño, sobre las protestas del público por la confección final del cartel, añadió: “Se piensan que yo hago o deshago carteles y no tengo ninguna responsabilidad de cómo quedan al final. El toreo está por encima de todo”.
José Garrido cuajó una faena maciza y sólida al segundo de la tarde: “El toro ha habido momentos que ha tirado para adelante y me ha dejado sentirme a gusto, luego ha sido más parado. Reencontrarme con este público es maravilloso. El ambiente está raro y parece que uno tiene la culpa de algo pero no es así. Yo he venido a carta cabal y a jugarme la vida. He estado apostando y tirando para adelante con este tipo de toros y así se pone a la gente de acuerdo. En los tiempos que estamos te obligan a madurar rápido y a asimilar las cosas“.
Dio la vuelta al ruedo tras estoquear al cuarto y pedírsele con fuerza la oreja que el palco negó: “No está bien quitar la oreja cuando la gente la pide y más cuando hay un tío que tira para adelante… Me he jugado la vida ante un toro que no era nada fácil pero se ve que así no tiene recompensa… ¡Qué me gustaría a mí más que pegarle veinticinco muletazos por debajo de la pala del pitón pero cuando no es así hay que tirar de y repertorio!“.
Tras estoquear al sexto, dijo: “Ha sido una pena que no me haya pegado un toro quince arrancadas. Ha sido una tarde importante que la he echado para adelante pero este último ha sido el peor que me podía salir, ha sido un marmolillo. Ojalá mañana se pueda deslizar uno. Ha sido una tarde dura por cómo empezó y mira cómo ha acabado… a ver si mañana convenzo a Matías”.
