En estos días de otoño, la localidad castellonense de Onda celebra su Fira, una exhibición del toro en la calle durante varios días seguidos. Se prodigan los encierros, las desencajonadas y la exhibiciones de toros con un trapío descomunal, un espectáculo para la vista. Son muchos los aficionados al bou que se dan cita estos días en Onda, entre ellos, un colectivo en busca de una oportunidad: los capas.
Hasta este municipio se ha desplazado el matador de toros Francisco Montero, que se prodiga mucho en las capeas de toda España y que da la cara ante la dureza de los animales. Sorprendió en Onda el novillero sin picadores de la Escuela Taurina de Castellón, Abel Rodríguez, que demostró destreza y valor ante la seriedad de los toros que saltaron a la calle. Jerónimo Sandoval y José Luis Gordillo, también muleta en mano, demostraron las ganas que poseen y esa ansiada oportunidad que buscan. Los toros de Lagunajanda tuvieron una extraordinaria clase, rompieron a embestir en las telas con ritmo, humillación y transmisión, y permitieron a los espadas mostrar lo que llevan dentro.
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