Nunca fuimos tópico. España ha sido y es y será mil paisajes de aventura, el lienzo pintado, borrado y vuelto a pintar tantas veces como persista en nosotros esa necesidad innata que tenemos para domar océanos, torear toros, pintar cuadros, escribir narrativa y poesía, labrar el campo y cosechar vino y trigo. Nada es un tópico en España, mucho menos los toros, resumen cualificado de lo que somos desde los tiempos en los que se comenzaron a parir españoles. Fuimos, somos y seremos una suma de pueblos creativos, constantes, orgullosos, fuertes y sensibles.