Dicen que esta temporada que agoniza se ha ensayado en determinadas plazas una operación para echar de los palcos a los policías en segunda actividad. Un escándalo que se produjo en un tendido de sol durante una de las últimas corridas de la Feria de Albacete, en principio se creyó que el protagonista era un antitaurino de plantilla y los servicios del orden lo sacaron de su localidad de manera más o menos expeditiva. Indudablemente, su actitud estaba produciendo una alteración del orden público que molestaba a quienes solo querían ver y disfrutar del espectáculo que tenía lugar en el ruedo. Pero al final ha resultado -según mis noticias- que el protagonista del barullo era socio de una peña de abonados de reciente creación que protestaba por el trapío de los toros que se lidiaban.
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