La pincelada del director

Los pliegos en el principio de todas las ayudas

José Luis Benlloch
domingo 14 de septiembre de 2014

Los concursos de concesión de las plazas de toros es una de las cuestiones fundamentales y urgentes a resolver para asegurar el futuro de la Tauromaquia. Un pliego que no se ajuste a la realidad socioeconómica del país o que se desentienda de la calidad de la programación o concebido con mentalidad exclusivamente recaudatoria, unas condiciones abusivas o que resten libertad de programación a los empresarios, son proyectiles apuntando directamente a la línea de flotación del toreo, enemigos incompatibles con el futuro de la Fiesta. Se le pueden pedir sacrificios y renuncias a las figuras y hay que pedirlas en la medida que exijan más allá de lo que aportan; se puede reivindicar un mejor trato fiscal de las administraciones; incluso cabe sentarse a hablar de los costos de las plantillas, en este caso cuadrillas; hay que exigir trabajo e imaginación a los propios empresarios; no se puede pedir más a los ganaderos que están ya al borde de la ruina total… se pueden adoptar las medidas que ustedes planteen, que si no se ajustan los pliegos, si no son sensibles a la realidad del mercado y a la coyuntura social a la que han llevado entre unos y otros la tauromaquia, será difícil que ésta salga a flote. Estamos en manos de los pliegos, es la herramienta que está en el principio de todas las ayudas. Una de las plazas clave que los próximos días estará en el mercado es Valencia, con ese motivo he escrito sobre la misma en Las Provincias en un razonamiento que sirve para todas las plazas que salgan a concurso, especialmente las de propiedad pública, así que he decidido traerlo a esta columna.

Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 1929

Síguenos

ÚLTIMAS NOTICIAS

Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando
Cargando