La noche del 12 de julio se llevaban vistos en Pamplona cincuenta toros. Cuarenta y ocho de ellos habían corrido el encierro. Los otros dos, enchiquerados y jugados como sobreros, no. Porque el encierro nada más pueden correrlo seis y no menos de cinco. Como si la pista virtual solo tuviera entre cinco y seis carriles. Y dos más, laterales, para los corredores que abren paso a los cabestros de guía y su temible séquito. Lo que impulsa al toro a correr es un miedo gregario, sostenía el olvidado Luis del Campo, que tanto estudió la historia y el sentido de ese asunto, y tantas especulaciones puso negro sobre blanco.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2077
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2077 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2077 para Android
Acceda a la versión completa del contenido
Los reyes de Pamplona
Robleño, Cortés y Espada, multitudinario encuentro con la afición en Las Ventas
La empresa Espectáculos Marisma, comandada por Rafael Ayuso, ha cerrado los carteles de la Feria…
El novillero cordobés afincado en Guadalajara, Rafael Reyes, ha añadido a su equipo de apoderamiento…
Apenas un día después de su gesta en San Agustín de Guadalix, el espada conversa…
Según ha podido saber APLAUSOS, la empresa Tauroemoción ha ofrecido a los dos novilleros más…
Con motivo de la novillada que tendrá lugar en Valencia el sábado 11 de mayo…