Luis Bolívar ponía esta tarde el broche de oro a su trayectoria en Manizales (Colombia), y no pudo tener mejor despedida. Indultó al cuarto de la tarde, de nombre Lanzadito, del hierro de Juan Bernardo Caicedo tras una faena reposada, honda, de toreo lento y desmayado. Los naturales fueron largos y muy despacio, el toro se prestó para el recital de Luis, embestía con nobleza y mucha clase. Luis estuvo inmenso. Así fue la faena: