El legendario hierro de Baltasar Ibán ha comenzado el presente año con una incorporación en su gestión. La familia Moratiel ha nombrado al matador de toros Luis Miguel Encabo como responsable de la ganadería. “Me siento muy feliz porque se presenta ante mí un reto muy apasionante y no puedo estar más contento de que la familia Moratiel haya pensado en mí para seguir adelante”, declara el diestro a este mismo medio.
Encabo se encargará de “ejercer las funciones que tiene cualquier ganadero: representación, selección, ventas…”. Para ello va a contar con el estimable apoyo del mayoral, Domingo González, y de la mencionada casa. “Los voy a tener siempre detrás, pero como ellos me han explicado las decisiones son absolutamente mías”. Su faceta como torero asegura que le va a beneficiar y ayudar mucho porque “es un apoyo importante” en el sentido del conocimiento de los animales, la manera de tratarlos y seleccionarlos. En las facetas burocráticas “voy a tener que ponerme las pilas para aprender y ponerme al día”.
Estos animales cuentan con una personalidad muy marcada, en este sentido se va seguir “una línea continuista, sabemos lo que es, lo que se busca y lo que significa el toro de Baltasar Ibán. Procuraremos que si todos los años salen seis y siete con una categoría especial, incrementar esa cifra y que puedan seguir dando tardes de gloria tanto a toreros como a aficionados. Este es el camino que vamos a tomar”.
En los pensamientos de Luis Miguel Encabo pervive un ejemplar “bravo, repetidor, que humille porque si no humilla no hay nada que hacer, que vaya de menos a más si es posible o si es de más a más, mejor todavía. En definitiva, un toro encastado que cuando el torero termine de torearlo la gente sepa valorar lo que ha hecho y que nadie se aburra en el tendido”.
El número de corridas que suele lidiar el hierro de Baltasar Ibán no suele ser abultado, así pues, en 2022, si la pandemia lo permite, se presenta “bastante bueno, tenemos prácticamente apalabrada o medio cerrada casi toda la camada y estamos muy contentos. El año pasado fue una temporada muy corta, pero se dieron tres vueltas al ruedo a animales de casa y eso ha tenido su repercusión”. Encabo no cree que salgan “más de cuatro cuatro corridas” y asegura que le han “solicitado bastantes novilladas”.
La vinculación que mantiene el diestro con esta ganadería data de 1994 cuando estoqueó una novillada. Desde entonces no ha dejado de tentar ni un solo año y siempre mantuvo una unión marcada por numerosos éxitos y triunfos, aunque en la bonita relación también aparece algún que otro percance. Ahora Luis Miguel Encabo comienza una nueva faceta como ganadero al mando de Baltasar Ibán, “un tipo de toro con el que me identifico y creo mucho”.
