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Luque: “Cuando uno no duda de sí mismo tiene las mejores armas para triunfar”

“Esto es lo que quería sacar, el toreo profundo, el que llega ahí arriba. Ha sido un gran toro. Me alegro por Álvaro, le viene bien y a mí también. Es un gran ganadero, es una familia a la que quiero mucho y me alegro mucho por él y por mí”. Tras pronunciar estas palabras a nuestros compañeros de Canal Plus Toros, Daniel Luque era izado a hombros para salir por la puerta grande de Valencia esta tarde. “No se podía ir y lo he matado. El invierno ha sido muy duro, de mí no dudaba y cuando uno no duda de sí mismo tiene las mejores armas para triunfar”.

Antes, acerca del tercero, dijo: “Tenía buena embestida pero no humillaba ni tenía profundidad para que llegara arriba. He estado a gusto con él y si lo mato de una estocada con otro sabor de boca me voy. He toreado templado y a gusto, pero cuando no se conceden los trofeos, el público parece que se aplaca”.

Juan José Padilla comentaba tras lidiar al toro al que le cortó la oreja: “La oreja premia el conjunto de mi tarde. He estado con la disposición que este público se merece y no me he venido nunca abajo. Fallas es una feria de referencia de la temporada y hay que venir muy dispuesto”. Sobre el ejemplar, decía: “Es una pena lo poco que ha durado” y agregaba: “El mayor orgullo de un torero es quitarse el vestido de torear y saber que has dado todo de ti. Yo me siento satisfecho del esfuerzo pero no contento porque el resultado que quería era la puerta grande”.

Acerca de la negativa del presidente a concederle el trofeo del toro que abrió plaza, comentó: “La oreja la ha pedido el público pero hay que ser sincero y la espada ha caído baja. Me quedo con cómo han ido progresando la faena y el toro, que tenía buen fondo pero soltaba la carita con dificultades. Yo me he sentido seguro y a gusto delante de él porque sabía que respondía a los toques. No perder la ilusión en que él tomaría los trastos bien era clave. Cuando tropezaba la muleta tenía un carácter agrio, pero ha ido desarrollando nobleza y corrigiendo esos defectos. Ha tenido un comportamiento bonancible”.

Por su parte, El Fandi subrayaba una vez logrado un apéndice del quinto: “Ha habido momentos de estar a gusto. Ha sido todo muy queriendo. El toro tenía algo de clase pero no humillaba. En banderillas he disfrutado pero en la muleta el toro salía aburridito y no quería apretarle para que durara. Tenía buena condición pero nunca humillaba. El mérito de la faena de muleta ha sido torear a su favor, sin querer apretarle en las alturas”.

Antes, sobre su primero, matizaba el de Granada: “Ha ayudado muy poquito. Era complicado hacer algo con tan poco. Se desinflaba y cuando se movía lo hacía desganado. A mitad muletazo se dormía y costaba que la gente se metiera en la faena. Ha habido un par de pares buenos de banderillas, dejando llegar y dándole ventajas al toro”.