La de Sevilla fue una tarde dura para Daniel Luque, que se sobrepuso a una espeluznante voltereta en la lidia del tercero, de El Parralejo, mientras toreaba sobre la izquierda a un astado que se tornó dificultoso. El pitón le rozó los muslos y se perdió feamente en el pecho. Se heló el corazón pero todo pareció quedar en un susto y aunque dolorido, acabó con el toro y paseó la primera oreja. Entró a la enfermería pero salió en el sexto para alcanzar la gloria.
Tras finalizar la lidia pasó a la enfermería visiblemente dolorido, donde, en una primera observación realizada por el doctor Octavio Mulet, se diagnosticó un "varetazo en hemitórax derecho a nivel de 5ª-6ª costilla. Dolor a la palpación en región costal derecha. Auscultación torácica sin hallazgos patológicos. Exploración de rodilla izquierda sin hallazgos patológicos, con buena movilidad. Pronóstico menos grave". Queda pendiente de estudio radiológico.