Triunfal tarde la que se vivió en Mérida. Reapareció Daniel Luque tras su percance de Lima y al ver que su lote no le dio facilidades, regaló el sobrero, toro al que un animoso Luque saludó con solvencia con el percal, midió castigo en varas y dosificó distancias y toques para hacerse con la noblota y mansurrona embestida del ejemplar, cortando dos orejas. Antonio Nazaré, que sustituía al Payo, paseó un trofeo de cada toro de su lote, mostrándose muy sovente y destacando su buen toreo ante el primero.
El toro de la tarde fue a caer a las manos de un poco placeado Jonathan Guillen, quien se encontró con un nobilísimo jabonero de Rancho Grande que le dejó estar por momentos a gran nivel al joven espada emeritense, quien se reivindicaría en una faena que puso a prueba su potencial como torero. Indulto al gran «Colegiado» y la triunfa vuelta del torero con las orejas simbólicas.
Abrió plaza el rejoneador Francisco Javier Rodríguez, quien hizo gala de una lidia pulcra y precisa ante un bravo toro de San Antonio.
Mérida (Venezuela). Sábado 25 de febrero de 2017. II corrida de la XLVIII Feria del Sol. Toros de Rancho Grande, (2º, 3º, 4º y 5º), La Consolación (6º y 8º de regalo) y San Antonio (1º) para rejones, desiguales de presencia, nobles, destacando el corrido en 4º “Colegiado” n° 171 de 435 kilos, jabonero sucio, el cual fue indultado. Bravo y con codicia el de rejones. El rejoneador Francisco Javier Rodríguez, oreja; Daniel Luque, silencio, oreja y dos orejas en el de regalo. Antonio Nazaré, oreja en ambos; Jonathan Guillén, dos orejas simbólicas y división de opiniones. Entrada: Más de dos tercios.

