Es una de las ferias más rematadas desde siempre. La de San Isidro de este año. Con un argumento de calidad, con argumento de abono para no dejar de ir al menos la mitad de las tardes y contando más San Isidro que el Aniversario, que no deja de ser un postizo de tradición moderna. Esta calidad del último abono antes de la licitación nueva debe de ayudar a la propiedad de la plaza a reflexionar sobre el interés de la mayoría. Y el interés de la mayoría reconcentra allí donde la mayoría acude. La feria. Luego está el concepto de “plaza de temporada”, que es muy necesario. Tanto, que necesita ser modificado.
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