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Magistral Manzanares, puerta grande junto a López Simón en el día grande de Alicante

Fotos: TEMPLAÍTO

Tras finalizar el paseíllo, José María Manzanares recibió el trofeo a la faena más artística, que lleva el nombre de su padre “José María Manzanares”, y que otorga el Club Taurino de Alicante. El alcalde de la ciudad, Gabriel Echávarri, hizo los honores.

La plaza enloqueció con Manzanares en el quinto, al que realizó una completísima faena de principio a fin. Muy buenas verónicas de recibo a las que siguieron unas chicuelinas al paso para llevar el toro al caballo. Y, con la muleta, con conjunto de toreo en redondo, de derechazos eternos, templados, con una lección de saber estar y de elegancia en el ruedo. Y otro cambio de mano de cartel. El público, loco con él. Además, mató de una estocada recibiendo hasta la bola. Estoconazo. Dos orejas sin dudas del palco. De golpe. Y petición de rabo. Manzanares paseó el doble trofeo junto a su hijo y el toro fue aplaudido en el arrastre.

José María Manzanares recibió al segundo de la tarde con largas cambiadas afaroladas al hilo de las tablas para seguir luego con verónicas hacia los medios. Pausado. Brindó su labor al matador alicantino Francisco José Palazón y empezó con ayudados por alto para seguir en redondo por el derecho. Destacaron unos pases de pecho eternos, de cartel. De principio a fin. Y unos naturales antológicos. Fueron tres, de mano baja y con mucha profundidad. Mató recibiendo pero pinchó, insistió en esa suerte pero como el toro no respondió tuvo que tirar de volapié y dejó un estoconazo que cayó el toro sin puntilla. Oreja.

Otro lío formó López Simón en el sexto. Otra faena completa, desde el capote hasta la estocada. Pudo lucirse con ambas telas, con mucho gusto y transmitiendo al tendido. Entregado el madrileño con el buen último toro, al que mató de un estupendo volapié. Dos orejas.

Buen inicio de faena fue el de López Simón en el tercero, con un pase cambiado por la espalda en el centro del anillo y al que siguieron varios más. El toro mostró su falta de fuerzas a lo largo de la lidia, incluso llegó a doblar las manos. Lo intentó el madrileño a media altura y parecía que el toro se reponía. Se lució al natural y, para no bajar el ritmo de la faena, tuvo que apostar por las cercanías, exponiendo mucho. Bernadinas previas a la buena estocada. Oreja.

Salió el primero de la tarde y lo recibió Enrique Ponce con verónicas ganándole terreno hacia los medios. Fue mal picado y el toro dio un volteretón que se quedó sin fuerzas. No embistió en la muleta y resultó soso, en una faena en la que el de Chiva toreó a media altura, intentándolo todo pero sin llegar al tendido, que protestó la falta de fuerza. Mató de estocada y saludó una ovación.

Al cuarto lo recibió Ponce por verónicas y, tras recibir el puyazo, dio una voltereta que le restó fuerzas. Así, el de Chiva empezó sin obligarle, tirando de él con suavidad por las justísimas fuerzas. Sacó muletazos buenos pero tuvo que tirar de adornos, rodillas en tierra, de poncina, de molinetes y afarolados para mayor lucimiento. Ingenio de Ponce. Mató a recibir pero falló y dejó un volapié que le bastó para la oreja.

Alicante. Sábado, 24 de junio de 2017. Toros de Juan Pedro Domecq, de correcta presentación y juego desigual. Destacaron 5º y 6º por transmisión y fondo. Enrique Ponce, ovación con saludos y oreja; José María Manzanares, oreja y dos orejas con petición de rabo; y López Simón, oreja y dos orejas. Entrada: Casi lleno.