Manuel Escribano, oreja en su confirmación en la Plaza México

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE TADEO ALCINA

VÍDEO RESUMEN DEL FESTEJO

Fotos: TADEO ALCINA

Manuel Escribano toreó con un temple exquisito a “Cielo”, el toro de La Punta con el que confirmó su alternativa en la México. El de Gerena, que ya se había lucido en un buen quite por chicuelinas, clavó tres pares de banderillas cuadrando bien en la cara antes de coger la muleta y brindar la faena a su hermana a través de los micrófonos de Unicable. Luego, disfrutó de la almibarada condición de un astado que embistió con una desbordante nobleza a las telas del sevillano. Hubo limpieza, ritmo y despaciosidad por los dos pitones, luciendo especialmente en las series sobre la mano izquierda. Ligó los muletazos dejando puesta la muleta muerta en la cara y tocando de forma casi imperceptible. Gozó Escribano con los olés de la Monumental. Pinchó antes de agarrar la estocada, sonó un aviso y hubo de ir a por el descabello.

Su segundo fue un toro al que el sevillano tuvo que llegarle mucho. Paciente Escribano, su labor tuvo el mérito de tirar bien de la embestida de su oponente. Sobre la mano derecha llegaron los momentos de mayor entidad de su labor, largos, de mano baja y buen trazo los muletazos, el de Gerena gobernó con mando la embestida del toro de La Punta. Sólida y maciza actuación. Coronó su faena de una contundente estocada en el primer encuentro y paseó una oreja.

Fabián Barba fue aplaudido tras una actuación madura y de buen oficio ante un toro colaborador de San Marcos. El mexicano cuajó momentos estimables sobre ambos pitones dentro de una labor firme ante un toro manejable pero falto de raza y a menos. Un feo metisaca ensombreció su labor. Tres largas cambiadas en el centro del ruedo le enjaretó Fabián Barba al cuarto, un toro de corto recorrido y deslucido. El mexicano, decidido y puesto, fue volteado en el inicio de faena sufriendo una herida en el escroto de la que fue atendido después de realizar una actuación solvente y pulcra que no tuvo logros mayores por la complicada condición del toro. Mató de una estocada y dio una vuelta al ruedo tras petición.

Víctor Mora anduvo desafortunado con el tercero. El mexicano estuvo inseguro y con una evidente falta de sitio y seguridad frente a un toro áspero y de deslucida embestida. Se atascó con los aceros y fue silenciado. Recibió al que cerró plaza, protestado por el respetable, con una larga cambiada. Ajustado el quite por gaoneras. Más centrado y puesto que en su anterior, Mora dejó una faena desigual en la que destacó toreando sobre la mano derecha.

México D.F. (México), domingo 20 de diciembre de 2015. Toros de La Punta y un remiendo (2º) de San Marcos. Protestado por su escaso trapío el nobilísimo primero. Fabián Barba, palmas tras aviso y vuelta al ruedo tras petición; Manuel Escribano, que confirmaba alternativa, ovación con saludos tras aviso y oreja; Víctor Mora, silencio y silencio tras aviso. Entrada: Menos de un quinto. Escribano confirmó con “Cielo”, número 71, de 478 kilos y de pelo negro entrepelado. Tras el paseíllo, hubo un minuto de aplausos en memoria de los matadores Jorge Blando y Rafael Rodríguez Vela.

Acceda a la versión completa del contenido