Entretenemos el invierno con América y nos olvidamos de España. Es como un relajo, posiblemente necesario, porque América sigue teniendo ese punto de ensoñación, de tiempos gloriosos, de conquista, de calidez frente al abrupto invierno de nuestro país. América tiene, al menos para mí, una virtud fundamental: la internacionalización de un sentimiento, un espectáculo y ese milagro metamorfoseado de cambiar la violencia del toro en dos caminos válidos y milagrosos: el arte y/o la emoción. Y añadan el resto de ingredientes fundamentales de la obra que llamamos toreo: naturalidad, temple, dominio, inteligencia, valor, etc.
Los mozos de espada de la Comunidad de Madrid han celebrado este sábado en la…
Pasadas las dos de la tarde, en un frío y escueto comunicado, la Real Maestranza…
Tras su estreno en Sevilla, la Peña Francisco Montes “Paquiro” de Chiclana ha presentado el…
Se pone fin a la era Pagés tras noventa años como empresarios de la Maestranza
Un accidente de tráfico se ha llevado la vida de este joven novillero, que ahora…
Colombo hará doblete en su tierra, en una feria en la que debutan los jóvenes…