MUSEO TAURINO
Ca. 1792 Anónimo Hierro (Mango de madera no original) 60 x 38 cm (medida del hierro)Ca. 1792 Anónimo Hierro (Mango de madera no original) 60 x 38 cm (medida del hierro)

Media Luna

Aplausos.es
viernes 11 de marzo de 2011

Bibliografía:

ANÓNIMO. Museo Taurino de Valencia, Imprenta Provincial de Valencia, Valencia,1970, nº 5

SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia,1990, p.17

La media luna es un instrumento denominado de esta manera por la forma de su cuchilla. El elemento cortante se une mediante un clavo, por su borde convexo, a un mango de madera similar en grosor y longitud al de las varas de detener.

La media luna se utilizaba para desjarretar a las reses; para cortar los tendones de los toros a la altura de los corvejones, cuando el animal no se podía matar a estoque. Los auxiliares agarraban la media luna con las dos manos desde el extremo del mango, de espaldas al toro. Finalizada la operación del desjarrete, el astado era rematado con la puntilla.

El uso de la media luna recibió numerosas críticas porque se concebía como un instrumento de castigo violento. De hecho, Nicolás Fernández de Moratín en la Carta histórica sobre el origen y progreso de las fiestas de toros en España (1776) hablaba del desjarrete como una práctica insufrible: “antiguamente eran las fiestas de toros con mucho desorden y amontonada la gente... y después todos a una acometían al toro acompañados de perros; y unos le desjarretaban... otros le remataban con chuzos y a pinchazos...”.

El uso de la media luna desapareció progresivamente durante el siglo XIX, a medida que los gustos en el arte de torear fueron cambiando. El matador de toros Francisco Montes Paquiro, en su Tauromaquia Completa (1836), hace referencia al modo de desjarretar las reses y define dicha práctica como una operación poco agradable que debería desaparecer.

(PPF)

 

Montera tipo candil

Bibliografía:

SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia,1990, p.10

Exposiciones:

De Seda y Oro. Un toque de distinción. Museo Taurino de Valencia, 2005

 

Montera utilizada por los diestros de a pie a medidos del siglo XIX. Confeccionada en terciopelo con adornos de pasamanería (morillas y cordonería) de color negro, esta pieza se constituye como el elemento más característico del traje de torear.

A mediados del siglo XIX, los toreros complementaban el uso de este tipo de montera con una moña de grandes dimensiones. Una especie de adorno vistoso constituido por lazos o sedas. La moña se sujetaba en la nuca del matador sobre el gran mechón de pelo del torero o coleta.

Francisco Montes Paquiro, hacia el año 1835, determinó la forma y composición de la montera en el atuendo del torero, consiguiendo su uso obligatorio en las corridas de toros. La montera había sustituido el uso de la redecilla de malla sujeta con peinetas, que cubría los largos cabellos recogidos en trenza, y los sombreros chambergos, de alas anchas y flexibles, entre otros elementos utilizados por los toreros de a pie.

(PPF)

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