Poca historia en el segundo festejo del certamen Zapato de Oro que acoge la localidad riojana de Arnedo. Si acaso, apuntar la interesante, meritoria e inteligente faena de Víctor Barrio al utrero de Piedraescrita que cerró plaza, un rajado ejemplar con el que se la jugó el novillero, que antes no pudo hacer nada con el muy flojo primer animal de su lote.
El mexicano Angelino de Arriaga, frío y sin acoplarse en sus dos utreros, y el valenciano José Arévalo, bullidor y con una tauromaquia muy de cara a la galería con los dos mejores ejemplares del encierro, no pasaron de voluntariosos.
Arnedo, 28 de septiembre. Novillos de Piedraescrita, bien presentados y de juego desigual. Nobles y flojos 1º y 4º; inválido el 3º; encastados y muy aplaudidos en el arrastre 2º y 5º; y manso el 6º. ANGELINO DE ARRIAGA: Saludos y silencio; JOSÉ ARÉVALO: Saludos y silencio; VÍCTOR BARRIO: Silencio en ambos. Entrada: Menos de media.
Víctor Barrio corrió la mano zurda con templanza. (Foto: Arjona)
