Miguel Abellán continúa arrastrando la lesión en el dedo pulgar de la mano izquierda que le produjo un toro el pasado 16 de septiembre en Fuenlabrada. Pese a que el diestro madrileño sigue con su preparación y no deja de hacer tentaderos y torear de salón, manifiesta que "la situación de mi dedo ha evolucionado bastante poco, tengo poca elasticidad y quiero buscar soluciones para que no se me quede así de por vida. No tengo flexión en el pulgar. Lo puedo mover hacia adelante y hacia detrás pero no puedo hacer pinza”, confiesa quien ya ha iniciado sesiones de fisioterapia e ignora si se verá obligado a pasar por tercera vez por el quirófano: “Estoy esperanzado en que el dedo mejore progresivamente porque, aunque ya me habían avisado de que el proceso iba a ser lento, lo cierto es que no estoy totalmente a gusto con cómo me ha quedado y siempre que haya una opción de mejoría, voy a explotarla”.
Abellán es uno de los protagonistas del VIII extra de Matadores que Aplausos ofrece esta semana a sus lectores en su versión impresa. Cuestionado sobre si pensaba hacer la gran temporada que ha acabado firmando, afirma: "No, ni yo ni nadie. Después de dos años retirado, sin coger ni una muleta, volvía con toda la ilusión del mundo pero ni en mis mejores sueños pensé que fuera a acabar la temporada de la manera en que lo he hecho. Mi regreso fue sobre todo por una necesidad espiritual de volver a sentirme torero. No tenía ninguna pretensión económica ni estadística en cuanto a número de festejos. Evidentemente volvía para torear, pero, sobre todo, lo hacía para sentirme torero de nuevo. Así arranqué la temporada y según fue avanzando tuve la suerte de sumar un gran número de festejos e ir a muchos sitios donde tenía especial ilusión en volver. Ha sido sin duda un año muy bonito".
"De lo que más orgulloso me siento del año 2014 es de mi capacidad de sacrificio y dedicación y del resultado final que he obtenido, que ha sido el reconocimiento nuevamente de los compañeros, del aficionado, de la crítica... He vuelto a sentirme un torero respetado y valorado. Más allá de los toros que haya cuajado, de las orejas que haya cortado o las puertas grandes que haya obtenido, he vuelto a sentirme alguien en mi profesión", manifiesta.
Lea la entrevista completa en su Revista APLAUSOS de esta semana

