Las cosas como son. Aquí, en la belleza taurina de Sevilla, hubo ferias que pesaban como el plomo. Mucho escaparate y poco fondo. Mucho toro torerista y mucha paciencia y sopor vacía de emociones. Este año, sin embargo, las cosas han mejorado y la feria ha tenido días de vino y rosas, aunque arrancara con los toros de Torrestrella, en tono menor, con un Garrido a medio gas, un Joaquín Galdós -el otro peruano- escalando posiciones con su clasicismo barroco y dejando una estela de personalidad muy peculiar. En otra línea muy distante de su paisano Roca Rey. Y más ánimo que oficio, como es lógico, en Alfonso Cadaval, el hijo del gran Moranco, con más ilusión que oficio. Y eso se nota. Torear también es un oficio que madura o pudre. Alfonso lo que necesita es torear y encontrar el fondo de su toreo. Pero su segunda corrida como matador, y las dos en la Maestranza, solo son preámbulo de lo que sueña en su bisoñez taurina.
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2172
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2172 para iPad
Lea AQUÍ el artículo completo en su Revista APLAUSOS Nº 2172 para Android
Acceda a la versión completa del contenido
Momentos mágicos en Sevilla
La terna se repartió un total de ocho orejas de una corrida de Núñez del…
Consulte el resultado del resto de corridas de toros celebradas este domingo 14 de septiembre
Consulte el resultado del resto de novilladas con picadores celebradas este domingo 14 de septiembre
El extremeño conquista una nueva puerta grande y el murciano hace pleno de trofeos en…
Logran un botín de cuatro orejas y cuatro orejas y rabo, respectivamente, en el festejo…
Los tres salen a hombros con una buena novillada de Fuente Ymbro en el inicio…