Probablemente tenemos los políticos que nos merecemos, por permitirles todas las granujerías que se les ocurren sin oponernos seriamente a que se pasen por el arco del triunfo nuestras creencias, cultura, costumbres y tradiciones. Se empeñaron en acabar con los toros en Cataluña y lo consiguieron. Los partidos secesionistas -CiU y ERC- necesitaban apoyo parlamentario para consumar su fobia antiespañola y, con los votos del llamado Partido Socialista de Cataluña (PSC), le dieron la puntilla a la Fiesta en una abracadabrante sesión del Parlamento catalán.
