La tarde del arte vio colmadas sus expectativas con la lidia del cuarto, al que Morante toreó con seis largas soberbias, para después completar una buena faena de muleta. Juan Ortega se lució con el capote en sus dos toros y Aguado tuvo pocas opciones con una corrida mansa y justa de raza de Domingo Hernández.
Morante formó un alboroto en el cuarto, un toro noble, mansito y de poco fondo. El saludo con el capote pasa a la historia. Seis largas ligadas en el tercio y un remate enroscándose al toro en la cintura. Clamor absoluto en la plaza y música. A un toro simplemente noble, tras cuatro ayudados por alto sublimes, se lo llevó a los terrenos de sol para armar una faena de muletazos perfectos, sobre todo los de la derecha, ligados y expresivos. El toro se le quedaba debajo en ocasiones y lo resolvió con valor. El final con torería y un desplante de ensueño. Lo mató de una estocada atracándose de toro. Dos orejas y clamor en la plaza.
Abrió plaza un toro muy atacado de kilos. No fue fácil para el toreo de capote, aunque surgieron lances preciosos. Morante lo llevó con un galleo por chicuelinas muy airoso. En varas se le castigó con dureza. El toro llegó con nobleza a la muleta aunque falto de empuje. Morante compuso una faena primorosa, más por los detalles y la disposición que por el propio toreo que, sin embargo, tuvo derechazos sublimes, naturales citando de frente, molinetes y una forma torerísima de andar por la cara del animal, que acabó en tablas aplomado. Dos pinchazos y tres descabellos. Saludos tras un aviso.
AGUADO Y ORTEGA
El segundo fue un toro complejo, con un fondo de manso, reservón y dando arreones. Ortega se lució con el capote con lances de calidad. Llevó al toro al caballo con un galleo. Regateó al caballo en los dos puyazos. En banderillas, cogió al lidiador Jorge Fuentes, que pasó a la enfermería. La faena breve con algunos muletazos sueltos por ambos pitones, en los que el toro se frenó y buscó la anatomía del torero. Lo mató de una estocada.
El quinto fue un toro alto de agujas. Juan Ortega se lució en unas verónicas de muy buen gusto. Las chicuelinas del quite fueron primorosas. En su turno, Aguado también se lució por el mismo palo. La faena fue muy breve. El toro desarrolló mal estilo, con viajes muy cortos y sin salirse de la suerte. Dos tandas de derechazos y una al natural. Lo mató de una estocada.
El tercero fue un toro corniveleto, alto de agujas, corretón y sin fijeza. Manso, en definitiva. La lidia fue complicada. Durante sus correrías se dio una costalada. Aguado pudo darle algún lance suelto de calidad. Con un toro muy suelto y corretón, Aguado exhibió la calidad de su toreo con derechazos y naturales que no pudieron tener la ligazón exigida por la condición del animal. Muy meritorio por su labor, pesar de enfrentarse a un toro deslucido. Mató de tres pinchazos y estocada corta.
Cerró el festejo un toro justo de trapío. No se pudo lucir Aguado con el capote. Tomó dos puyazos con mal estilo. Pablo Aguado le hizo un gesto al palco de que tenía problemas en la vista. Saludó en banderillas Iván García. Sacó al toro al tercio y se estiró con la derecha, aguantando parones del animal. Se la puso por la izquierda y pudo engarzar buenos naturales. Siguió con la zurda con el de Domingo Hernández más probón. Lo mató de un pinchazo y estocada tendida. Silencio
Sevilla. Jueves, 1 de mayo de 2025. Feria de Abril. Toros de Domingo Hernández, correctos de presentación. Primero, noble y justo de raza; segundo, reservón y complicado; tercero, manso y sin fijeza; cuarto, noble y mansurrón; quinto, de mal estilo; y sexto, descarado y agotado. Morante de la Puebla, ovación con saludos tras aviso y dos orejas; Juan Ortega, saludos en ambos; y Pablo Aguado, saludos y silencio. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Saludó en banderillas Iván García.