Morante cuaja una obra de arte en su vuelta y sale en hombros con Emilio de Justo y Borja Jiménez

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Almendralejo. Sábado 29 de marzo de 2025

Se colgó el “no hay billetes” en Almendralejo para ver la reaparición de Morante y el de La Puebla junto con Emilio de Justo y Borja Jiménez regalaron al respetable una gran tarde de toros. Morante en su primero dio una clase magistral de qué es la naturalidad en el toreo, aunque fue abroncado en su segundo. De Justo no se dejó nada en el esportón en ninguno de sus dos toros mostrando por qué debe estar presente en todas las ferias y Borja Jiménez dejó la impronta de por qué es la gran sensación de las dos últimas temporadas.

Morante recogió la ovación cerrada tras romperse el paseíllo, e invitó a sus compañeros, Emilio de Justo y Borja Jiménez, a acompañarle. El primero salió dormidito y Morante lo acunó con dos verónicas que arrancaron los primeros olés del público que no cesarían en la faena de muleta, que inició por ayudados, gustándose, torerísimos, para después torear en redondo valiéndose únicamente de los vuelos de la muleta, sin necesidad de toques, y con las plantas muy asentadas. Por el izquierdo el toro se metía hacia adentro y a pesar de ello el sevillano no dudó en probarlo hasta sacar una tanda a pies juntos que provocó que desde el tendido un aficionado gritase: “¡Morante te queremos!”. Mató de efecto fulminante. Dos orejas que paseó entre el clamor de un público entregado.

El cuarto, alto y reservón, se frenaba, echaba la cara arriba y picaba para adentro. Hasta dos veces entró al caballo y ni por esas bajó el juampedro que continuó lanzando derrotes en banderillas. Excelente el tercer par de Curro Javier. Morante lo toreó sobre las piernas y lo despachó sin miramientos en medio de una gran bronca del público. Los aficionados, en cambio, agradecieron la brevedad y la estampa de lidia antigua.

Cuando más bramaban los tendidos enfadados con Morante, Emilio de Justo se marchó a la puerta de toriles a recibir al quinto. Un farol y una serie de verónicas en los medios calmaron a la plebe momentáneamente para después, de manera irrespetuosa, continuar pitando al de la Puebla cuando ocupó su lugar al lado del caballo de picar. La expresión del quinto invitaba a torear y eso hizo el de Torrejoncillo, citando de lejos, tirando de él y llevándolo largo en los circulares. Toro para lucirlo como hizo en las series al natural. Con la diestra en la última serie toreó sin ayuda, sólo valiéndose de los vuelos. Tal vez eché de menos un poco de más ajuste para terminar de redondear la actuación, aunque parte del público pidiese el indulto. Afortunadamente el torero con buen criterio decidió ejecutar la suerte suprema. Pinchó y tuvo que usar varias veces el descabello. Paseó dos orejas y el toro fue premiado con vuelta al ruedo. Destacar el circo de la presidencia con ambas concesiones una vez el toro había sido arrastrado con lo que hubo que regresarlo al ruedo.

Corretón y sin fijeza, al segundo le costó quedarse en el capote de Emilio de Justo, que tuvo que buscarlo y le formó una fiesta en un saludó a la verónica saliéndose a los medios que remató con un ramillete de chicuelinas. Por idéntico palo, pero dadas al paso lo puso en suerte y lo quitó mezclando chicuelinas y tafalleras. Se dobló con la muleta para mostrarle al de Juan Pedro quien mandaba en la plaza y a base de llevarlo muy pulsado lo metió en el canasto y le enjaretó series en redondo de mucho mando a un astado que no era fácil por su tendencia a entrar dormido y frenarse a mitad de viaje. El de Cáceres muy serio durante toda la faena epilogó por manoletinas. Pinchó a la primera. Oreja.

Al igual que hiciese De Justo en su toro anterior, Borja Jiménez también brindó a Morante. Al de Juan Pedro había que llevarlo muy toreado para que no tocase las telas porque de hacerlo se descomponía. Jiménez le corrió bien el aire y lo ahormó en series en redondo. Luego, de uno en uno, le extrajo una serie al natural, muy enfrontilada bajo los acordes del solo de Nerva. La espada viajó muy al rincón y el presidente con buen criterio solo dio una oreja.

Las bonitas hechuras del sexto no se correspondieron con su falta de raza, por eso hubo que picarlo en la contraquerencia y se dolió en banderillas. Se dobló Borja con él y de esa manera le quebró la mansedumbre y consiguió que rompiese a embestir en los medios. En donde le enjaretó una faena de mucho mando y mostró el excelente torero que es porque al poder de su muleta suma el buen gusto en la ejecución, llevando siempre al toro detrás de la cadera. Cuando el animal perdió fuelle, lo termino de estrujar en una última serie en la primera raya para finalizar por naturales antes de irse tras la espada. A pesar del pinchazo inicial paseó dos merecidas orejas.

Almendralejo, sábado 29 de marzo de 2025. Toros de Juan Pedro Domecq,, desiguales de presentación y juego. El 5° de nombre Correoso, herrado con el 121, premiado con vuelta al ruedo. Morante de la Puebla, que reaparecía siete meses después, dos orejas y bronca; Emilio de Justo, oreja y dos orejas; y Borja Jiménez, que sustituía a José María Manzanares, oreja y dos orejas. Entrada: No Hay Billetes.