Acceda a la galería de la noticia
La magia de Morante de la Puebla obró en la lidia del primero de Juan Pedro Domecq. Nadie apostaba por un toro que manseó y no se entregó en los primeros tercios pero que terminó embistiendo gracias al hechizo y a las manos del genio de La Puebla del Río, que le supo sacar las buenas cualidades que atesoraba. Pero la espada cayó baja y el premio que merecía terminó esfumándose.
Esa obra de inspiración y técnica del sevillano, y el ramillete de verónicas de lujo de Pablo Aguado al tercero, fueron lo único rescatable de una tarde de escaso contenido marcada por la poca raza del encierro de Juan Pedro Domecq. Como dice el manido refrán, tarde de expectación, tarde de decepción. La quinta de abono, en el objetivo de Agustín Arjona.
Acceda a la versión completa del contenido
Morante de la Puebla y su mágica varita
Aarón Palacio no defraudó a la expectación que levantó su presencia en Cella, donde fueron…
Las Torres de Cotillas, (Murcia). Domingo 24 de agosto. Corrida de toros. Toros de Palha,…
Diego Ventura ha vuelto a sellar una tarde para el recuerdo hoy en la corrida…
A hombros los dos toreros tras cortar tres y dos orejas respectivamente
Solal y Navalón resultaron triunfadores en Saint-Gilles. El segundo de la tarde fue recibido por…
El primero fue un toro de Sobral que se movió con clase al capote de…