Adrián y Caballero pasearon una oreja. (Foto: Arjona)El de Torrejón de Ardoz, que hacía su primer paseíllo con picadores, se mostró muy predispuesto en una tarde en la que lo mejor se vio de la mano de Fernando Adrián con el extraordinario fuenteymbro que hacía de quinto, al que arrancó un trofeo que pudieron ser dos. Javier Jiménez, sin muchas opciones, ovacionado en el cuarto.
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Javier Jiménez abrió plaza frente al novillo de Fuente Ymbro más pesado del lote, un animal sin fondo y complicado, especialmente por el pitón derecho, al que el novillero logró sacarle algún pase en una faena larga basada en la zurda en la que puso emoción por momentos con su quietud, pero que malogró con los aceros escuchando hasta dos avisos.
El segundo fuenteymbro resultó muy picante y exigió mucho mando a Fernando Adrián, que no se amedrentó, pero el viento imposibilitó que animal y novillero se encontraran salvo en alguna tanda suelta. Tras una estocada habilidosa, dos descabellos y un aviso fue silenciado.
Gonzalo Caballero debutó con picadores con el tercero de la tarde, que duró más que sus hermanos y mostró más cualidades. El de Torrejón de Ardoz dio muestras de la bisoñez e inocencia del inexperto unidas a la pujanza y gallardía del novillero de otros tiempos… Expuso en todo momento, llegando a sufrir una voltereta y varios arreones sin consecuencias. Su arrojo le sirvió para obtener la recompensa de una oreja al novillo de su debut con picadores después una estocada algo tendida y una leve petición.
Con el cuarto novillo, el más peligroso del encierro, Javier Jiménez elaboró una faena que fue de menos a más, con un tramo final en el que mostró mucha actitud, sufriendo una voltereta fuerte que le pudo hacer mucho daño pero que por fortuna quedó en un susto. Despachó a su oponente de una estocada formidable de mucha verdad y saludó una merecida ovación.
Fernando Adrián topó con un magnífico quinto fuenteymbro que arrancaba de largo y galopaba y que embistió en la muleta con brío. El madrileño, en una labor que fue de más a menos, dejó buenos muletazos y detalles sin exprimir del todo a su rival. Una gran estocada le valió una oreja y el público pidió con fuerza la segunda y la vuelta al novillo, premios que la presidencia negó en ambos casos, por lo que fue pitada mientras que el novillero paseó su único trofeo en dos vueltas al ruedo.
El que cerraba plaza no se llegó a entregar nunca al novillero debutante, que volvió a demostrar su quietud y sus ganas, sacándole algún muletazo suelto especialmente por el pitón izquierdo, pero el animal exigía mucho técnicamente, algo para lo que, de momento, Gonzalo Caballero, muy en novillero, no está preparado. Sin embargo, sus ganas suplieron de nuevo este aspecto y fue ovacionado en la despedida antes de pasar por la enfermería para revisar que todos los encontronazos sufridos en la tarde no revistieran mayor relevancia.
Viernes, 13 de abril. Novillos de Fuente Ymbro, de juego desigual. El mejor, el quinto, de nombre ‘Hortelano’. JAVIER JIMÉMEZ: Silencio tras dos avisos y ovación con saludos; FERNANDO ADRIÁN: Silencio tras avisos y oreja con dos vueltas al ruedo tras petición; GONZALO CABALLERO: Oreja y palmas. Entrada: Media plaza. Saludó en banderillas Curro Robles. Al finalizar el festejo, Gonzalo Caballero presentaba un varetazo en hombro izquierdo y fuerte erosión en pierna derecha que precisó de curas, además de múltiples contusiones en todo el cuerpo.
