El sentido del espectáculo de El Cordobés, su desenfado, incluso su poso y relajo cuando el toro lo permite, empatizan cada día con el público más heterogéneo. En tiempos de recesión su presencia en cada abono supone un seguro de vida en la taquilla y en el ruedo. Hay fórmulas que se agotan en cinco minutos y otras como esta, cuyo éxito está a punto de cumplir dos décadas. Y lo que le queda...
- “En 2013 cumpliré veinte años de alternativa. Hay propuestas para matar seis toros en algunos sitios; y no me desagrada la idea...”
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